Fíjense en esto también, amig@s :
A través de ese líder ya mencionado, la Watch Tower le puso un ultimátum a Michael : o era 100% testigo de Jehová, o dejaba la religión, y escogía la música, el baile, en fin, la "mundanalidad".
Ese radicalismo watchtoweriano no es compartido por otras religiones cristopaulinas más suaves, las cuales aceptan que miembros suyos que son cantantes talentosos canten tanto en sus iglesias como en otros lugares, no necesariamente religiosos. El arte es arte e implica libertad para ser ejercido.
Pero las sectas destructivas se oponen tenazmente a dicha LIBERTAD.
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