A partir de ahora, los documentos de identidad argentinos cambiarán.
Serán mucho más seguros, casi imposibles de falsificar. El Estado construyó una fábrica en Buenos Aires, que podrá realizar 20.000 ejemplares por día, y todo el proceso se hará mediante sistemas de software libre desarrollado por personal mismo del Gobierno. El trámite llevará muy pocos días desde su comienzo, hasta que el ciudadano reciba su nuevo DNI en su domicilio.
Las medidas de seguridad (las no secretas) son:
- Numeración aplicada con láser
- Guardas de seguridad con registro perfecto
- Imágenes de variación óptica
- Fotografía impresa en la hoja
- Todas las hojas son laminadas con pvc
- Fondos numismáticos
- Fondos guilloches
- Diferentes métodos de trazado de líneas de fondo
- Imagen monocolor del propietario del DNI
- Códigos de barra de dos dimensiones con los datos del propietario
Se expedirán 2 documentos: uno es el clásico en formato "libreta" similar al actual, y el portátil, en formato "tarjeta", que podrá ser utilizado para todos los trámites excepto la votación, que deberá ser hecho exclusivamente con la libreta.
Las características del nuevo DNI en Argentina:
La última vez que se quiso cambiar el DNI, fue en la presidencia de Menem, y terminó en escándalo: la empresa alemana Siemens pagó más de 30 millones de dólares en coimas para ganar la licitación. El costo total de esta implementación, era de unos 1262 millones de dólares en total, y el nuevo DNI le costaría a cada persona unos 32 dólares.
El escenario actual es bien diferente: el costo total de lo invertido (edificio, maquinarias y capacitación) es de 18 millones, 60 mil dólares, y cada DNI costará no más de 15 pesos al ciudadano (menos de 4 dólares)
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