Hoy ha sido especialmente difícil despertarme.
Tremendamente arduo separar los labios y emitir palabras, si quiera un falso "buenos días".
Hoy me ha costado un mundo abrir los ojos y, una vez abiertos, ver.
Hoy me pesaba el aire como si las moléculas de oxígeno fueran bolas de billar cayendo sin control en mis pulmones.
Hoy ha sido realmente trabajoso conseguir mover las manos y los pies.
Quizás porque cuando no estás, las noches son cada vez más largas y menos noches.
Besos;
Idem
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