La razón se explica por la negativa a recibir transfusiones sanguíneas, lo que conlleva a elevadas tasas de complicaciones en las hemorragias durante el parto
[El riesgo de enfermedad grave por hemorragia obstétrica en la población general fue de 4,5 de cada 1.000 nacimientos. Entre las Testigos de Jehová, ese riesgo fue de 14 de cada 1.000 nacimientos, es decir 3,1 veces más alto que el riesgo en la población general]
[URL]http://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=60862[/URL]
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