Te echo de menos porque no cuento mi vida por los suspiros que exhalo, sino por los que me quitas.
Te echo de menos porque decidí echarte de mi mundo...al fin y al cabo, siempre es mejor echarte de menos que de más.
Te echo de menos porque tu selva fue mi casa y porque, a mi edad, decidí empezar a caminar sola.
Te fuiste o te dejé ir...y me he quedado esperando a que vuelvas sentada en el minutero de tu reloj.
Besos;
Idem
Marcadores