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Tema: Hambre cero, ya

  1. #1
    Forero Experto
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    Predeterminado Hambre cero, ya

    Por Marcos Aguinis

    Mucho se habla y mucho se hace para terminar con el absurdo del hambre en la Argentina. Sabemos que es un absurdo y sabemos que no debería postergarse su solución. Porque la solución está al alcance de los dedos.

    El admirable Juan Carr ha vuelto a reiterar su sueño desde la Red Solidaria: ¡que para el año 2020 se termine con la atroz tragedia! Pero, ¿debemos esperar tanto? ¿No es como pedirle a un enfermo que aguante mientras impedimos que le lleguen los medicamentos apropiados?

    He dicho "impedimos". Claro que sí, impedimos. Porque los medicamentos ?es decir el dinero para conseguir la comida necesaria- se derrocha con impunidad en otros rubros con sucios fines políticos. Para colmo, incentivados por ideologías paleontológicas y mezquinos intereses sectoriales.

    No desplegaré el catálogo del ineficiente uso que se hace de las multimillonarias cifras que se recaudan. Sólo me concentraré en un solo caso que, repito, no es el único, por desgracia.

    Acaba de informarse que "nuestra compañía" o "su compañía" ?como prefiera llamarla-, la querible, manipulada y deteriorada Aerolíneas Argentinas gasta más de 6 millones de pesos por día. ¡Por día!, insisto, de cada semana, de cada mes, de cada año. Son centenares de millones de pesos por mes, miles de millones por año.

    Tantos millones deberían ser tenidos en cuenta, imaginados, pasados ida y vuelta por cada una de nuestras oxidadas neuronas. Porque aún no han suscitado el escándalo lógico, no han prendido en una lúcida indignación, no nos hacen preguntarnos en qué clase de manicomio hemos convertido a nuestro país.

    ¿Es imprescindible que se cometa semejante derroche? No.

    Pero ocurre que nos metieron en la sangre la idea envejecida de que debemos tener una aerolínea de bandera nacional que surca gloriosa los cielos del mundo. Países más relevantes que el nuestro dejaron morir aerolíneas quebradas, como Suiza o Dinamarca o Estados Unidos, para no citar muchos otros. Para salvarlas no las estatizaron ni "nacionalizaron" (palabra que se utiliza para disimular la estatización al servicio del gobierno o sus corporaciones asociadas, no del pueblo confundido).
    Chile, en cambio, tiene una compañía ejemplar, que luce la bandera tricolor de su país en todas las naves y folleterías, que ofrece un servicio de excelencia y se ha convertido en una de las más prestigiosas del mundo. Se llama Lan Chile (dice por todas partes Chile) Y es... ¡privada! ¡Qué pecado! Sí, es privada, a nadie se le ocurrió estatizarla ni nacionalizarla, pese a que el gobierno chileno es socialista desde hace tres lustros. Lan Chile rinde buenos dividendos a sus accionistas y éstos pagan con puntualidad sus impuestos. No le cuesta un dólar al ciudadano. Y fíjese: el ex secretario de Transporte argentino, Ricardo Jaime, para regresar a su provincia lo hizo en la puntual y segura Lan Chile. Paradoja interesante, ¿no?

    Con el despilfarro descomunal de Aerolíneas Argentinas en un sólo día se puede acabar de inmediato con el hambre que afecta a millares de conciudadanos. No hace falta esperar hasta el año 2020.

    El viejo y sabio Aristóteles dijo "lo que es de todos no es de nadie". Así nos va con las estatizaciones, que la administración K ha vuelto a poner en marcha con su fogosa ideología setentista. Inumerables ciudadanos creen que, de esa forma, las empresas se convierten en propiedad de todo el pueblo. Mentira. No son del pueblo, sino de un sistema perverso que rinde beneficios directos o indirectos a quienes ocupan el Gobierno, más las corporaciones afines.

    El pueblo paga, gasta y sufre para que esas empresas estatizadas o nacionalizadas ni siquiera tengan la delicadeza de rendir cuenta de sus fechorías o ineficiencias (por ahí, excepcionalmente, guardan algunos estrechos islotes de honestidad).

    En síntesis, mientras quemamos 6 millones de pesos por día, sufren hambre centenares de miles de familias. ¿La Red Solidaria y Juan Carr han pensado en tan siniestro ridículo? ¿Se atreverán a manifestar su indignación? ¿Advertirán que las entidades que "son de todos", en realidad no son de todos? ¿Comprenderán que no es preciso aguardar hasta el 2020, sino dar un fuerte, inteligente, moderno y enérgico giro de timón?




    De La Nación
    "El universo entero ha sido sometido a un solo amo, a un solo rey supremo, al Dios todopoderoso que ha meditado y sancionado esta ley. Desconocerla es huirse a sí mismo, renegar de su naturaleza y por ello mismo padecer los castigos más crueles aunque escapara a los suplicios impuestos por los hombres" Marco Tulio Cicerón

  2. #2
    Forero Graduado Avatar de Mari Paz Pascual
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    22 ago, 08
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    Predeterminado Respuesta: Hambre cero, ya

    Seguramente la presidenta Cristina K. podría decir que las Aerolineas suponen una cantidad X de puestos de trabajo. estas personas hay que mantenerlas mientras se pretende que la compañia genere beneficios.

    Por otra parte, se podría contemplar como una forma más de subvención al empleo.

    El caso es que con la abundancia de productos y abundancia de alimentos que genera el norte, hasta se tiran, no habría hambre en el mundo. Pero la respuesta se dice que se halla en seguir aumentando la producción que es lo que generará más puestos de trabajo?? (hará falta un consumo para esa producción o seguir tirando a la basura). El fin es reducir la pobreza y tener puestos de trabajo para estos

    También si se hubiera considerado desde que el industrialismo alcanzó su mayor desarrolo. La respuesta sencilla sería "desde un comportamiento ajustado a las necesidades y una postura ética afín", el porcentaje de pobreza y miseria en la Tierra sería llanamente escaso.

    Saludos

  3. #3
    Forero Graduado Avatar de Mari Paz Pascual
    Fecha de ingreso
    22 ago, 08
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    Predeterminado Respuesta: Hambre cero, ya

    Hola, del pos anterior el comentario venía en la dirección de lo que se está haciendo y como se piensa en terminos generales resolver el problema del hambre. Pero en sí la cosa sigue sin muchas variaciones.

    Al leer este artículo que traigo, me he interesado precisamente por lo que comenta en relación al tema y desde otra prespectiva se amplia el campo de visión. Estas coordenadas a cualquier nivel parecen estar al alcance... ?? Dice así:

    El comercio es más "santo" que Teresa de Calcuta

    Por Alejandro A. Tagliavini (es un analista político argentino).

    Si tuviera espacio suficiente, en este artículo podría dar muy sólidos argumentos, dentro de la más clásica tradición teológica y metafísica, para mostrar que el comercio implica un bien espiritual y también físico, muy superior a las obras de caridad de la madre Teresa de Calcuta en todo el mundo.

    Tiene que ver con que, si el hombre fuera perfectamente justo (diera a cada uno lo que le corresponde según su naturaleza), la caridad sería innecesaria. Y tiene que ver, también, con lo santificante que resulta el trabajo como participación más directa y más efectiva del hombre en la Creación Divina.

    Esto no significa ni el menor menoscabo a la obra heroica de quién, sin dudas, llegará a estar en los altares de la Iglesia Romana, sino una necesaria dignificación teórica de algo que, en la práctica, "alabamos" muchas veces al día cuando, gracias al comercio comemos, nos vestimos y tantas cosas más. Son miles a los que les llega la caridad, pero miles de millones los que viven gracias al comercio.

    El trabajo, el comercio y el necesario afán de lucro (creado y querido por Dios como sana motivación para mejorar en el servicio al cliente, al prójimo) son los instrumentos del orden natural para que el hombre coopere, pacíficamente y en comunidad, en la creación.

    Por otro lado, es creencia común que el hambre es un problema "natural". Una condición inevitable a la cual se enfrenta la humanidad y que, lo más que puede hacerse, es intentar minimizarla. Nada más equivocado. Para la filosofía aristotélico tomista, la naturaleza tiene un orden intrínseco hacia el bien, principalmente el humano, de modo que provee de las fuerzas creadoras y productivas necesarias para evitar el hambre. Y lo demuestra el mercado argentino que produce para muchos más, según veremos.

    Es la violencia la que destruye al orden natural, espontáneo, de las cosas. De manera que si el hambre ha acompañado a la historia humana es debido a los gobiernos que, apelando al monopolio de la violencia que se arrogan, han destruido a la naturaleza del mercado, a la capacidad creativa, productiva y distributiva de las personas.

    Argentina, por caso, tiene una economía corporativista desde hace décadas. La fuerza policial del Estado es utilizada para imponer fuertes impuestos (incluso sobre las exportaciones); asfixiantes regulaciones y burocracia, y otras medidas que reprimen a las personas. El resultado está a la vista. Con un mercado formado sólo por 40 millones de habitantes y que produce alimentos para unos 300 millones que los comerciantes distribuyen, sin embargo, debido a las distorsiones (coactivas, violentas) que introduce el Estado, ocho niños de menos de 5 años de edad se mueren a diario a consecuencia de enfermedades ligadas con la desnutrición.

    El volumen de la cosecha argentina de cereales se mantiene estable desde el 2005, mientras que en Paraguay aumentó un 129%; en Brasil el 64% y en Uruguay un 61%. Durante los últimos tres años, las exportaciones brasileñas crecieron un 980%, mientras las argentinas cayeron el 7%. A nivel mundial el mercado viene aumentando su producción de alimentos a un ritmo del 5% anual, mientras que la población global solo ha crecido al 2%.

    Como consecuencia de esta situación Benedicto XVI advirtió sobre la necesidad de "reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social" en la Argentina, en ocasión del lanzamiento de la colecta nacional "Más por Menos", que el año último recaudó 1,8 millones de dólares. Cifra que no alcanza para alimentar ni a la milésima parte de las personas que se alimentan gracias al comercio.

    Aún así, justo es reconocer que la caridad privada alimenta a cierto número de personas que, de otro modo, morirían de hambre. Sin embargo, la "solidaridad" estatal se realiza con recursos provenientes de impuestos, es decir, coactivamente retirados del mercado, es decir, recursos que el mercado no quería entregar por propia voluntad y esto degenera todo el asunto.

    En conclusión: cuando nos digan "eso es un comercio" deberíamos elevar alabanzas de agradecimiento a Dios.


    Saludos

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