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Tema: No eran 30.000 los desparecidos...

  1. #1
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    Predeterminado No eran 30.000 los desparecidos...

    Es importante decir la verdad en todos los casos, nos guste o no cual sea esa verdad.

    Según parece, no eran 30.000 los desaparecidos en la "última dictadura militar", sino bastante menos. De todas formas, las gruesas fallas de tal dictadura siguen en vigencia, pero no de la forma en que se trata de cambiar a medida que pasan los años.

    Hubo unos 5.992 casos en que familiares pidieron la indemnización correspondiente sobre los desaparecidos. El 70% de las víctimas del terrorismo de Estado fueron bajo el periodo democratico de Peron-Isabel de Perón. Pero como Perón es un nombre "sagrado" a nadie se le ocurre decir que el propio Perón ordenó la represión, hacia los Montoneros, a su secretario Lopez Rega.

    Los "jónenes idealistas" cometieron unos 21.600 atentados, secuestros, bombas, etc, y unos 1.098 asesinatos, que son legitimados y celebrados por el actual gobierno y parte de la población.




    El mito de los 30 mil desaparecidos empieza a caer

    Por Agustín Laje Arrigoni

    La idea-fuerza setentista más ampliamente difundida, y acatada a modo de dogma por el grueso de la sociedad, parece estar dando un giro de ciento ochenta grados, a raíz de las tan recientes como inesperadas declaraciones de la ex integrante de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), Graciela Fernández Meijide, quien desató la polémica desmintiendo el mito de los 30.000 desaparecidos, en un conocido periódico de nuestro país.

    Vale destacar que el peso específico del embuste de marras es de tal en*****dura que, además de constituirse en el principal caballito de batalla de las autoproclamadas organizaciones de derechos humanos (que, en rigor, sólo bregan por los guerrilleros caídos y no por sus víctimas), se ha institucionalizado y es difundido por centros educativos, discursos oficiales, medios de comunicación (tanto estatales como privados) y hasta en alegatos jurídicos.

    Quizás esto último explique el nerviosismo evidente de los ideólogos del revanchismo setentista, luego de hacerse públicas las palabras de Fernández Meijide. En efecto, sin perder ni un momento, salieron a la palestra a intentar sostener algo que los documentos no prueban: la existencia de 30.000 desaparecidos.

    La realidad insoslayable indica la falsedad del eslogan numérico repetido a coro por políticos en campaña, payasos televisivos que posan de intransigentes, jóvenes autómatas, cantautores de protesta, comunicadores adoctrinados y por cuanto personaje pretenda simular "compromiso social".

    Tanto es así, que ninguna de las variadas investigaciones efectuadas por diversos organismos de derechos humanos consiguió recabar una cifra mayor al 30% de lo pregonado por los sofismas oficiales.

    A la postre, la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos recopiló 6.000 casos, Amnistía Internacional habla sobre 4.000 desaparecidos, la OEA tiene documentación de 5.000, en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, se señalaron sólo 1.377; el primer informe de la Conadep estimaba en 8.961 los desaparecidos, aunque luego la cifra sería reducida, por escandalosos casos de personajes públicos que, estando vivos, engrosaban el anexo rápidamente quitado de circulación (el juez Alberto Humberto Meade, el actual procurador general de la Nación, Dr. Esteban Righi, y la integrante de la Corte Suprema de Justicia Dra. Carmen Argibay constituyen sólo algunos ejemplos de tamaña tomada de pelo).

    El guarismo actual y presuntamente depurado contabiliza 7.954 denuncias de desapariciones de personas, aunque gran parte de ellas no son acompañadas por información elemental, como DNI, LE o, incluso, apellido, lo que pone en duda su credibilidad. Según investigaciones realizadas por el escritor Nicolás Márquez, sólo 4.905 denuncias presentan DNI o LE (1).

    Otras fuentes, todas disonantes entre sí, pero ninguna cercana a los publicitados e hiperinflados 30.000, evidencian la falsedad del mito en cuestión. Alfonsín, al respecto, diría que los desaparecidos "apenas superan los 10.000" (2). El Dr. Hilario Fernández Long, miembro de la Conadep y familiar de guerrilleros, declaró la cifra de 8.426 (3). El senado de España sostuvo que el número es de 7.000 (4). "The New York Times" informó de "sólo 6.000, en forma dudosa, por la falta de seriedad y credibilidad" (5).

    Habiendo datos documentados, es dable interrogarse ¿por qué la insistencia de imponer una cifra probadamente ficticia? Sencillamente, porque hablar de 30.000 desaparecidos genera efectos propagandísticos mayores que hablar de 7.954, 5.000 o uno solo. Al respecto, bien podemos trasladar una frase que fuera utilizada con frecuencia por los terroristas subversivos en los años 70, que rezaba "cuanto peor, mejor", a la praxis actual de sus familiares y militantes setentistas: cuanto peor el número de desaparecidos en términos de cantidad de víctimas, mejor los resultados del marketing.

    Cabe aclarar que la práctica de la desaparición de personas, diagramada e implementada por el gobierno constitucional peronista y continuada por el gobierno cívico-militar, es, de suyo, reprochable. Empero, falsificar la verdad de estos lamentables sucesos no es sino incidir sobre la memoria de los mismísimos damnificados. En este sentido, el ex guerrillero Martín Caparrós escribiría que "falsear la historia es lo peor que se les puede hacer a sus protagonistas: una forma de volver a desaparecer a los desaparecidos" (6).

    Lo que aquí queda demostrado, al certificarse la falsedad de los dígitos del eslogan setentista, no es que 8.000 desaparecidos sean menos condenables que 30.000, sino que las organizaciones de derechos humanos, sus militantes e, incluso, sectores del mismísimo Estado mienten a sabiendas, descarada e impunemente.
    ---

    Fuentes:
    (1) Márquez, Nicolás. La mentira oficial. 3ª ed. Buenos Aires, edición del autor, 2008, p. 216.
    (2) "Clarín". 23 de enero de 1984.
    (3) "Crónica". 27 de marzo de 1984.
    (4) Rojas, Guillermo. 30.000 desaparecidos. Realidad, mito y dogma . Buenos Aires, Santiago Apóstol, 2003, p. 379.
    (5) Idem, p. 380.
    (6) "Crítica". 25 de julio de 2008.
    "El universo entero ha sido sometido a un solo amo, a un solo rey supremo, al Dios todopoderoso que ha meditado y sancionado esta ley. Desconocerla es huirse a sí mismo, renegar de su naturaleza y por ello mismo padecer los castigos más crueles aunque escapara a los suplicios impuestos por los hombres" Marco Tulio Cicerón

  2. #2
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    ahora quieres lavarles la imagen a los dictadores gorilas. Los milicos fueron asesinos, secuestradores, traficantes de bebes, ladrones y mucho mas que eso.
    “Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido”... (Malcom X))

  3. #3
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    Creo que lo que se buscó en estos años fue legitimar el terrorismo de izquierda (1098 asesinatos, 21.600 atentados, etc.)

    La gente no izquierdista, raramente va a apoyar, o dejar de criticar, a los militares. En cambio, los izquierdistas legitiman, y no se arrepienten, de los asesinatos cometidos, porque fueron parte de "la Revolución". Esa es la diferencia.

    Eso de hacer monumentos a asesinos llenos de odio, como el Che y otros, no es propio de gente normal............
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  4. #4
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    En los setenta, siendo estudiante, conocí algunos "desaparecidos". Incluso lamenté mucho la muerte de una chica, de apellido Tenenbaum (la conocía de vista, siendo ella nadadora del club YPF, si mal no recuerdo).

    Alguna vez la ví en una especie de mitín político, en la facultad, y me llamaba la atención el odio intenso, la irracionalidad, que mostraba.

    ¿ Quien envenenó su mente de tal manera ? ¿ Quienes los llenaron de odio hasta el extremo de hacerlos asesinar policías, empresarios, militares, en forma indiscriminada ? Los ideólogos marxistas......

    La mayor parte de los jóvenes izquierdistas y sus víctimas, fueron a su vez víctimas de los ideólogos que querían ampliar al Imperio Soviético. Les llenaron la mente diciéndole miles de ves que los empresarios son malo, perversos, culpables de todos los males....

    También otros ideólogos del odio, en Alemania, inculcaban que los judíos eran los culpables de todo......lo demás es consecuencia directa de la prédica.
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  5. #5
    Forero Graduado Avatar de Mari Paz Pascual
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    22 ago, 08
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    Hola a todos, traigo este artículo para documentar o ampliar la noticia con aspectos históricos que puedan esclarecer en algo más.

    Por Horacio Vázquez-Rial

    A principios de este año, en Buenos Aires, estuve a punto de escribir un artículo sobre este asunto. Estaba harto de la obviedad de que los desaparecidos no fueron 30.000, de saber que ésa es una cifra política y de que la real se puede estimar con considerable aproximación. Pero sabía que si yo lo decía, lo escribía, lo gritaba, nadie me iba a hacer caso o, lo que es peor, se iban a tomar medidas contra mi persona por semejante atrevimiento.

    Ahora, finalmente, una madre, de las históricas, de la Plaza de Mayo, con una interesante –y poco clara– historia política a sus espaldas, publica un libro y lo dice. Ella tiene la autoridad de la que yo carezco porque a mí sólo me desaparecieron gente querida, con la que no tenía más lazos que los de un afecto que, muchas veces, son más poderosos que los de sangre, y fueron a buscarme a mí exactamente una semana después de establecerme en España. En esta época en que ser víctima es un mérito, no posee uno las credenciales necesarias para tratar determinados temas. Como si de Auschwitz sólo pudieran hablar los que estuvieron allí: ¡ya quisieran los negacionistas que no hubiese historiadores capaces de repetir el relato todas las veces que haga falta!

    Graciela Fernández Meijide perdió un hijo a manos de las fuerzas conjuntas –expresión en la que cabe desde el ejército hasta cualquier grupúsculo de torturadores amateurs que trabajaran cobrando de la caja B o mediante la retención de botín. Después hizo política. Fue decisiva, precisamente por su condición de madre de desaparecido, de activista de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y de miembro de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) en el triunfo electoral de la Alianza que llevó al gobierno –que no al poder– a Fernando de la Rúa. Éste la designó ministro de Desarrollo Social, al que pertenecía el PAMI, el instituto de obra social para jubilados y pensionados, a cuyo frente cometió el error de designar a un cuñado: naturalmente, le llovieron acusaciones de corrupción y terminó apartándose del equipo presidencial.

    Ahora, la ex senadora, ex ministra, ex casi todo, publica un libro y dice que no hay 30.000 desaparecidos, sino 9.334, después de la última corrección (la cifra previa era de 8.961, es decir, 373 menos). Entre 1984 y 2006, fechas a las que corresponden esas cifras, se añadieron denuncias que no se habían hecho en su momento, cuando la CONADEP produjo su célebre informe, conocido como "informe Sabato". El que en veintidós años la suma agregada sea de alrededor de 400 personas altera muy poco la realidad de que no hubo 30.000.

    ¿Por qué una parte de la sociedad argentina, y con ella el Gobierno neoperonista y neomontonero, es tan reacia a aceptar ese hecho?

    Porque el hecho no viene solo. Viene con otra cifra y otro concepto. No cambia moralmente nada el que el número sea menor, pero cambia la relación con las bajas del ejército, la marina y la aeronáutica, que fueron en el mismo período alrededor de 1.800, en combate y por atentado. Y, a partir de allí, cobra cierta validez la idea de que lo que tuvo lugar entre 1973 y 1983 en la Argentina fue una guerra.

    No hay un solo militante de la izquierda montonera, que hoy gobierna o finge hacerlo, que acepte eso. Decir que hubo una guerra equivale a dar sostén a la "teoría de los dos demonios" –así se la llama–, que es la doctrina oficial de la dictadura: guerra antisubversiva. Lo que ellos dicen es que hubo simple, puro y llano terrorismo de Estado frente a los miembros de las organizaciones armadas y otras, también revolucionarias, que habían elegido métodos menos contundentes.

    Pero al principio de aquel infierno, yo formaba parte de una de las organizaciones armadas, concretamente el Ejército Revolucionario del Pueblo, en la fracción 22 de agosto (fecha que evocaba el asesinato de un grupo de militantes en la cárcel de la localidad de Trelew), trotskista. Y me consta que el ERP 22 le declaró la guerra, formalmente, al ejército argentino –en algún sitio, entre mis papeles, he conservado un panfleto que invita a sumarse al combate–, en la línea guevarista de crear todos los vietnames posibles. Y exactamente lo mismo hicieron los montoneros, incalculablemente más numerosos y mejor organizados. Éste es un hecho fundacional, innegable, objetivo. En modo alguno una teoría de la dictadura.

    Por eso, medio mundo se ha puesto nervioso, y hasta el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde –homónimo del que fuese presidente circunstancial después de la caída de De la Rúa, pero sin siquiera vínculo familiar–, ha escrito a Fernández Meijide diciéndole con preocupación que sus declaraciones han producido "regocijo" entre los asesinos: "El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas, su identidad y destino final sólo está en poder de los asesinos. De aquellos que mientras pregonan que su accionar fue 'justo y en defensa de la patria' ocultan todo dato, sabiendo que su proceder fue abiertamente criminal", dice Duhalde en su carta.

    Se trata de una falacia evidente, porque cada familia sabe perfectamente cuántos de sus miembros faltan, y las familias que han desaparecido en su totalidad son muy escasas: siempre queda alguien que recuerda, y es muy raro el que no haya denunciado cuando, durante el Gobierno de Raúl Alfonsín y en el proceso a las juntas militares, se invitó a todo el mundo a hacerlo.

    A esto se ha añadido una propuesta por parte de Fernández Meijide, cuyo objetivo, tal como ha sido trasladada por la prensa, es cuando menos confuso: la idea es cambiar con los procesados por crímenes contra la humanidad –un grupo muy reducido y de mucha edad– información por reducciones de pena. ¿Qué información? A juzgar por la carta de Duhalde, la cantidad, la identidad y el destino final de los desaparecidos. De eso, lo único que cuenta es el destino final, porque de los desaparecidos se sabe la cantidad –aunque se localizara alguno más, no pasarían de, sirviéndonos del ejemplo del que se dispone, cuatrocientos en veintidós años, si es que dentro de ese lapso queda alguien vivo para contarlo– y la identidad. Y del destino final, poderosos intereses políticos, que han fragmentado el movimiento por los derechos humanos, se niegan a averiguarlo. Paso a explicar esta última aseveración.

    En los primeros tiempos de su gobierno, Alfonsín reunió a las Madres de Plaza de Mayo en la Casa Rosada y le explicó que se había descubierto un enterramiento de desconocidos y que se iba a proceder a la identificación de los cuerpos por todos los medios, empezando por el ADN. Un sector de las madres estuvo de acuerdo en llevar adelante esa política y hacer aflorar todos los cementerios clandestinos de la dictadura, identificando a los inhumados. Ese sector es el hoy denominado Madres-Linea Fundadora. Otro sector, el que conserva el nombre genérico de Madres y que dirige Hebe de Bonafini, se opuso, repitiendo ante el presidente el eslogan "vivos se los llevaron, vivos los queremos". Sabía la benladenista y proetarra Bonafini que no había nadie vivo, pero el que los cadáveres permanecieran en la bruma y el anonimato les otorgaba a ella y a su grupo un enorme poder político: esta mujer tiene entrada libre y sin cita previa en la Casa de Gobierno, y forma, junto con los piqueteros nazis y los sindicalistas leales, el frente de agitación del kirchnerismo, cuyos beneficios se extienden también al señor Duhalde.

    Lo sepan ellos o no, lo que ha hecho Fernández Meijide es dar entrada en la historia, en el pasado, lo que hasta aquí se consideraba presente, y que se maneja en la propaganda como presente. Ya toca asumir la dictadura como lo que es: un suceso de otra época, que se mantiene en coma, en estado vegetativo, en una sobrevida artificial, desde hace mucho. Que se juzgue a todos los que sea posible juzgar por crímenes contra la humanidad, a Astiz como a Demianjuk. Y que se acepte que esos crímenes contra la humanidad, como el secuestro y el tráfico de niños, o la apropiación de neonatos en los campos de concentración y tortura, son responsabilidad de quienes actuaron como terroristas desde el Estado en el curso de una guerra: lo único que los ex guerrilleros, que cometieron atentados y tomaron cuarteles dejando víctimas, pueden reivindicar en términos de superioridad moral es el no haber perpetrado crímenes de esa clase. Que no es poco, pero no es suficiente para cambiar la realidad.

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    Saludos

  6. #6
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    LOS MILICOS FUERON UNOS CRIMINALES ASESINOS SADICOS Y LADRONES y los admiradores de estos nazis tambien

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    estos milicos que trabajaban para la ultraderecha, mientras gobernaron se dedicaron a secuestrar, violar, torturar, matar arrojar prisioneros al mar, asarlos en parrillas. Solo un maniatico y sadico como ellos puede ser partidario de estos criminales.
    “Si no estás prevenido ante los medios de comunicación te harán amar al opresor y odiar al oprimido”... (Malcom X))

  7. #7
    Forero inexperto
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    06 ene, 09
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    Hoy lunes, en Uruguay, dado que mañana es feriado nacional, se llevan a cabo
    centenares de "bailes" ambientados con olddies, éste reuniones fueron bautizadas por su creador, un dijay

    LA NOCHE DE LA NOSTALGIA

    Nada que ver con el tema:" No eran..."????

    Pero el muchacho tiene razón, es desilusionante que ya no se pueda, a raiz
    de la pura verdad, llenar la Bombonera de muertos o desaparecidos. Con
    el número real que daría? Para llenar apenas el Estadio de SAn Lorenzo???
    Claro, habría que explicarle (o ¿es mejor citar a alguien para no quedar pegado?)
    que por ej. Zelmar Michelini y Hector Gutierrez Ruiz estaban lejos de ser subversivos o guerrilleros o criminales...eran muy honorables senador y diputado respectivamente de la Legislatura de la República O. del Uruguay, que fueron brutamente arrancados en Bs.As. de sus lugares de residencia
    separados de sus hijos y esposas y brutalmente asesinados para dejarlos
    en la valija de un Falcon. Y OOPPPSSS se les escapó el senador Wilson
    Ferreira Aldunate, advertido a tiempo por familiares de las victimas, quien
    logró asilarse en la embajada británica. ¿Jóvenes Idealistas? Grosera ignorancia. ¿Y quién festeja la muerte de los caídos en cumplimiento del deber? De jóvenes soldados inutilmente muertos como los de Malvinas.
    No mezclar aserrín con pan rallado. Respetar el dolor de todas partes,
    pero no buscarle la quinta pata al gato porque... no.. no la tiene. Eso
    cuidado que puede confundirse con neo fazismo, que supongo no queremos
    ver campear en nuestras latitudes. LA DICTADURA NO TUVO GRUESAS FALLAS; LAS DICTADURAS SON GRUESAS FALLAS.

  8. #8
    Forero Experto
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    Predeterminado Respuesta: No eran 30.000 los desparecidos...

    “La militancia setentista tiene tanta ingerencia en la sociedad, que cuenta con el poder y la fuerza como para condicionar desde planes educativos hasta fallos jurídicos …”

    Entrevista con AGUSTÍN LAJE ARRIGONI, un joven universitario que integra el cada vez más importante grupo de revisionistas de la historia de los setenta


    Nuestro invitado es un joven estudiante universitario, autor de numerosos artículos de opinión e investigación sobre los años ´70, y es el Presidente del “Movimiento por la Verdadera Historia”.

    Recientemente se desató un debate originado en un comentario realizado por GRACIELA FERNÁNDEZ MEIJIDE, con relación a una versión que ya no podía sostenerse, cual es la de la cifra de desaparecidos durante el último Gobierno militar. Nuestro invitado, entre sus trabajos, ha presentado algunos verdaderamente ilustrativos al respecto.

    Casi no hace falta aclararlo, pero conviene hacerlo para evitar malos entendidos: una muerte, cualquiera sea, es algo terrible, más allá de la ofensa a Dios, en primer lugar, y del delito penal que ello implica. De modo que, en principio, se aclara el valor que tiene para nosotros una sola muerte. Mucho más lo tendrán muchas muertes.

    Pero ha de haber, necesariamente, alguna condición, de esas muertes, que sean distintivas. Para poner un ejemplo: si alguien nos ataca y corre peligro nuestra vida o la de terceros, seres queridos o desconocidos, y uno puede evitar ese riesgo cierto de muerte, matando al causante, antes de que él lo haga con nosotros, se sobreentiende que se trataría, de nuestra parte, de una muerte justa, hecha en defensa propia, lo que está contemplado no sólo por la ley sino hasta por la mayoría de las religiones. Es una muerte diferente que la que podría haber efectuado -absolutamente injusta e indebida -, quien nos atacó.

    Los dolores por la pérdida, han de ser iguales en todos los casos, para los deudos. Sólo que en el caso del atacante mencionado más arriba, hay una responsabilidad del mismo, es alguien que sabía el riesgo que corría y el que hacía correr al prójimo.

    ENFOQUES POSITIVOS le pregunta a su invitado, lo siguiente:

    P: ¿Cuáles son los resultados de sus trabajos de investigación, con relación a la cantidad de muertos o desaparecidos durante el último Gobierno militar?:

    R: “Primero que nada, va de suyo que el método para combatir al terrorismo es totalmente reprochable, sin embargo la realidad insoslayable indica la falsedad de los dígitos difundidos a modo de dogma, por el setentismo, los que no son otros que los 30.000 desaparecidos. ¿Y porqué es una falsedad?: Simplemente porque existen trabajos de documentación e investigación, los que no llegan siquiera al 30 por ciento de los guarismos difundidos por las organizaciones de Derechos Humanos, como son por ejemplo el trabajo de la APDH, que contabiliza 6.000 desaparecidos, y el de la CIDH que contabiliza 5.580 casos. La CONADEP, por ejemplo, en el primer informe llegó a 8.961 casos, que luego fueron depurados y se redujeron a 7.954, y son los que fueron difundidos por GRACIELA FERNÁNDEZ MEIJIDE, y que desataron la polémica.

    Lo curioso, en este caso, es que habiéndose efectuado trabajos investigativos y documentales, se siga repitiendo una cifra que no tiene ningún tipo de respaldo. Y eso es lo que se denuncia. No estoy diciendo que un desaparecido valga más o menos que 8.000 o que 30.000, lo que digo es que el setentismo miente a sabiendas y descaradamente, y eso es lo relevante y es lo que estoy tratando de difundir, con los medios con los que cuento”.

    P: Vamos a transcribir un párrafo de un trabajo suyo que nos pareció muy interesante:

    “La realidad insoslayable indica la falsedad del eslogan numérico repetido a coro por políticos en campaña, payasos televisivos que posan de intransigentes, jóvenes autómatas, cantautores de protesta, comunicadores adoctrinados y por cuanto personaje pretenda simular "compromiso social".”

    Y esto nos hace recordar a algo que venimos mencionando últimamente, cuando decimos que en la Argentina de los últimos tiempos, se han sostenido varias mentiras, y muy graves, con relación a lo ocurrido en los años 70, todo bajo una especie de miedo, por no decir terror, de contradecir, de rectificar o presentar las pruebas en contrario, bajo la amenaza de quedar uno sepultado por las descalificaciones que puedan partir desde el Gobierno mismo y sus amigos, y quedar marginado socialmente … ¿Cree usted que hay algo así?:

    R: “Sucede que las mentiras setentistas que se han difundido con especial fuerza durante el Gobierno kirchnerista, han adquirido carácter dogmático. ¿Y qué quiero decir con esto?: Un dogma es aquello que no admite disidencia, y el que se atreva a contradecirlo, como es este caso, se ve en peligro de quedar tachado socialmente, o peor aún, que se lo ligue como nazi-facista, como nos pasan a varios que difundimos una visión alternativa de lo que pasó en los años setenta. Y ese el principal problema de la década de marras, que hay una corriente de pensamiento, y una corriente de revisionismo única, que no admite disidencia y que es totalmente intolerante con los que piensan distinto”.

    P: Pero al menos hay un movimiento de gente joven que nos sorprende, y algunos representantes del mismo vienen pasando, en los últimos Programas, por el Estudio de la Radio, y están denunciando las mentiras de los setenta, y son todos chicos jóvenes que no han vivido en esos años, de modo que mal podría hablarse de odios o resentimientos o de cuestiones ideológicas …

    R: “Por supuesto, es que existe una reacción, tardía, pero reacción al fin, de un sector que se caracteriza por no haber vivido esa época y que está harto de las mentiras que se difunden, y que las contradicen y las desnudan, no con memoria, porque no vivimos esa época, sino con historia, con datos, con documentos, y esa es la verdadera importancia del trabajo que la juventud está realizando para poner fin a un problema que parece perpetuo, porque yo creo que la línea entre el pasado y el presente se ha desdibujado, y los setenta ya forman parte de lo cotidiano; la militancia setentista tienen tanta ingerencia en la sociedad, que cuenta con el poder y la fuerza como para condicionar desde planes educativos hasta fallos jurídicos. Todo esto es un movimiento subterráneo que la sociedad no lo llega a comprender, pero que lo consume diariamente por Televisión, por Radio, en los Colegios, y por eso es importante esta reacción, la que si bien es tardía, es reacción al fin contra tantas mentiras difundidas desde hace ya más de 20 años …”.

    P: La última pregunta que le formulamos, en el escaso tiempo que nos resta para presentar al resto de los invitados, apunta a conocer resumidamente, algo sobre los siguientes temas:

    1- ¿Los desaparecidos, de acuerdo a sus investigaciones, eran personas que sólo “pensaban distinto”?:

    2- ¿Sólo se los cuenta desde el año 1976?;

    3- ¿Hubo algún “negocio” con los desaparecidos?:

    R: “En primer lugar y rápidamente como lo pide, si eran inocentes y si solamente desaparecieron por pensar distinto, creo que es más adecuado que esa pregunta la responda el Jefe de Montoneros, MARIO FIRMENICH, quien en PÁGINA 12, el 17 de Marzo de 1991, se expresó en los siguientes términos: “Habrá algún que otro desaparecido que no tenía nada que ver, pero la inmensa mayoría fueron militantes, y la inmensa mayoría eran Montoneros. Yo sé cómo vivieron ellos, a mí me hubiera molestado muchísimo que mi muerte fuera utilizada en el sentido de que un pobrecito dirigente fue llevado a la muerte”. En ese sentido creo que no quedan dudas al respecto.

    En cuanto a desde cuando empiezan los desaparecidos, se ha puesto como fecha arbitraria el 24 de Marzo de 1976, lo cual es una falacia descarada, considerando que la misma CONADEP contabiliza más de 750 desapariciones previas a esa fecha, responsabilidad del Gobierno democrático peronista anterior.

    Y con respecto al negocio que significa la cuestión de los desaparecidos, basta mencionar simplemente que existe la Ley 24.411 que prevé la indemnización por 225.000 dólares por cada familiar de desaparecidos, y esta normativa cuenta solamente con 12 Artículos, y, por ejemplo, en el Artículo 5 se dice que en el caso de aparición de la persona, no será obligada a reintegrar el beneficio …”.

    P: Bueno, por lo que se ve y lee, habría algunas personas muy conocidas y muy cerca del Gobierno que han “reaparecido” y después de cobrar, por lo que se dice …

    R: “Y, una Funcionaria de la Corte Suprema de Justicia, como lo es CARMEN ARGIBAY, figura, por ejemplo, en el listado. También ESTEBAN RIGHI, el Procurador General de la Nación …”.

    P: ¿Ellos cobraron?:

    R: “Tengo entendido que CARMEN ARGIBAY sí, y que no devolvió el dinero. Esa información, si bien no la tengo documentada, está girando por algunos medios”.

    P: Esto es muy grave si puede probarse que efectivamente ha sido así. Personalmente hemos visto esa información, repetidamente, por Internet, como proveniente de fuentes regularmente confiables …

    R: “También podemos atender, por ejemplo, al Artículo sexto de la ley, que establece las reparaciones monetarias a los desaparecidos, y que dice que en caso de dudas sobre el otorgamiento de la indemnización, se deberá atener al principio de buena fe, es decir, ni siquiera hace falta, para cobrar ese dinero, presentar pruebas inexpugnables …”.

    P: Muchas gracias por esta valiosa información.

    R: “Muchas gracias por el espacio”.

    FUENTE: [url]www.enfoquespositivos.com.ar[/url]
    "El universo entero ha sido sometido a un solo amo, a un solo rey supremo, al Dios todopoderoso que ha meditado y sancionado esta ley. Desconocerla es huirse a sí mismo, renegar de su naturaleza y por ello mismo padecer los castigos más crueles aunque escapara a los suplicios impuestos por los hombres" Marco Tulio Cicerón

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