Esta semana, el Papa Benedicto XVI se fracturó la muñeca derecha, como consecuencia de un resbalón. Y por más Papa que sea, Dios no se dignó ni en evitar que se cayera, ni en sanarlo.
¡ Qué distinto de los tiempos de los apóstoles ! ¿ Verdad ?
¿ Será que Dios ha perdido su "omnipotencia", que ya no es capaz de hacer los supuestos "milagros" narrados en los evangelios ????
¿ Se le acabó la gasolina ????
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