Y como es su costumbre la biblia marra el disparo también con los camellos al adjudicarle anatomías incorrectas, o de citar "animales" que no existen mas que en la imaginación y que da por muy auténticos ciñendose a la ignorancia común en los hombres de la época en que fue fraguada, y que como ya se sabe, la escritura de ciencias ni de ninguna otra disciplina como la clasificación mas elemental de los animales no entiende ni medio joropo. Dando este mismo mamotreto como rumiantes a bichos que no lo son, como aves a mamíferos y equivocándose al contar patas de insectos, cosa bastante común en el librito, no saber contar. Si que se le fue la mano con las drogas a sus redactores, que demuestran no conocer Palestina ni lo que había en ella, por no haberla visto jamás.
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