Ayer, en el Arzobispado de Buenos Aires, más de 1.080 personas exigieron mediante una carta, que sus nombres fueran eliminados de los registros eclesiásticos, y que se deje de considerarlos católicos. El motivo: desacuerdo con la "política social, sexual y económica" de la iglesia.
Hubo movilizaciones simultáneas en Córdoba y hoy se hará una presentación en el Tribunal Eclesiástico de Mendoza. Todas convocadas bajo el lema "No en mi nombre"
En Argentina, la apostasía es un trámite que recién ahora se está comenzando a dar. Desde 2008, unas 2 decenas de personas la han realizado. Sin embargo, en algunas parroquias, no quieren recibir la carta necesaria para realizarla.
La campaña se funda en la Ley 25.236 de Protección de Datos Personales, que en su artículo 16 dice que "toda persona tiene derecho a que sean rectificados, actualizados y, cuando corresponda, suprimidos o sometidos a confidencialidad los datos personales de los que sea titular, que estén incluidos en un banco de datos".
Sin embargo, la Iglesia Católica no quiere borrar los nombres, y se limita a aclarar la renuncia, al margen de cada acta de bautismo.
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