Veremos en esta parte algo de suma transcendencia en la educación: la moral y ética. La situación educacional debe pasar por controles que permitan acelerar el proceso pedagógico, orientado a mejorar el desempeño del alumno y el docente en aula.

Aún se regrista en el Perú la noción de estudio para memorizar conocimiento. Historia, letras, autores, fechas, colores, rangos, sabores, personajes. Todo es memorismo. La calidad y medición de esta no se da en el país. Se han creado test de medición de conocimiento, para tomar el pulso de cuánto sabe y qué sabe el alumno. También para los docentes. Ahora se aplican exámenes anuales y capacitaciones para elevar el rendimiento de los maestros en aula.

Pero se relega aún a la educación pedagógica y formativa del individuo como ente social, afincado a su cultura, que valore su riqueza y legado.No se incide en el proceso de transmorfación de personas capaces de queresce y querer su entorno, de tener alta autoestima y ser sujetos capaces de ejercitar su mente para CREAR, TRANSFORMAR, CRITICAR, ANALIZAR Y CUESTIONAR.

Mientras sigamos por el camino de aglutinar cosas y no capacitar en el ejercicio del desarrollo emocional y deductivo del hombre, mientras se desplace la esencia del ser espiritual, su ética y moral, mientras no forjemos hombres y mujeres capaces de ser íntegros deontologicamente, sólo estaremos construyendo personas que deseen ser profesionales para ganar dinero y confort. Nada más que eso.