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Mari Paz Pascual
Me alegro que lo hayas puesto, pensé en traer el tema precisamente por la confrontación de los "creacionistas" y la desconsideración y devaluación por parte de EUA.
Pese a que Darwin planteó una más que acertada teoría de la evolución todavía son muchos los ciudadanos que siguen creyendo que descendemos de Adán y Eva. " No todos creen "
En su época su forma de pensar chocó frontalmente con la moral religiosa y hoy en día, lejos de lo que podamos imaginar, todavía hay muchas personas que, tomando la Biblia como dogma de fe, se niegan a aceptar la realidad de la evolución. Estas personas son los creacionistas.
El creacionismo consiste en "creer" que nuestro planeta y cada uno de los elementos que lo componen (incluidos los seres vivos) fueron creados por una divinidad.
Si en época de Darwin se defendía que el Hombre desciende en línea directa de Adán y Eva y, por tanto, de la mano de Dios, en la actualidad impera la teoría del diseño inteligente.
El diseño inteligente es la teoría defendida por los creacionistas, y se basa a grandes rasgos en que una divinidad diseñó el universo para que evolucionase hacia donde la propia divinidad deseaba. El ejemplo más comúnmente citado por los creacionistas para argumentar sus planteamientos es el del ojo humano.
Y es que los creacionistas consideran imposible que una herramienta tan perfecta como el ojo haya podido surgir simplemente de la evolución planteada por Darwin. A juicio de los defensores de estas teorías el ojo fue diseñado por Dios, quien otorgó al universo la posibilidad de que esta parte de nuestro cuerpo se incluyera en nuestro ser.
Los creacionistas son ampliamente combatidos por importantes personalidades científicas como Richard Dawkins, el conocido ateo quien, por otra parte, se ha basado en la teoría de la evolución de Darwin para explicar las creencias religiosas entre otras cuestiones.
Uno de los ejemplos que utiliza Dawkins para explicar la religiosidad en el ser humano basándose en Darwin plantea una escena en la que dos niños y un sacerdote pasean junto a un río. El sacerdote explica a ambos que si se sumergen en el río la cólera de los dioses caerá sobre ellos. Uno de ellos, que supuestamente contaría con el gen de la religiosidad, obedecería ciegamente al sacerdote. El otro, sin embargo, decidiría investigar por su cuenta y moriría a manos de un cocodrilo, por lo que no tendría descendientes carentes del gen religioso.
Discutibles o no, las teorías que se enfrentan o aprovechan a Darwin están más que nunca de actualidad. Sobre todo en países como Estados Unidos, donde la fe religiosa a veces llega a unos extremos que parecen de película... Y que no siempre lo son.
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