Justo después de la creación de Adán en el sexto día, vemos la caída de éste y de su mujer.
Dice Gén. 3:8 que ellos "oyeron la voz de YHVH Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día ..." Eso significa que YHVH no se paseaba al aire de la noche, sino del día, es decir, cuando alumbraba el Sol. Por lo tanto, ahí vemos que desde los primeros capítulos de Génesis, un día equivalía a 24 horas (luz seguida de oscuridad) y, en ninguna manera, a 7.000 años, como yerra la Watch Tower. Que conste.
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