Lo niega la Biblia, pues en el seol "no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría" (ec. 9:10), por lo tanto, lo que dice Pedro es otra cosa muy distinta: que aquellos hombres quedaron en encarcelados, es decir, reservados para condenación, mientras Cristo les predicaba por medio de Noé, y finalmente fueron exterminados. Lo mismo sucede con los inicuos muertos actualmente: están siendo reservados para "destrucción completa".
Marcadores