Que clara demostración de falta de rigor científico. Cualquier cosa con tal de justificar la fé. Un renglón escrito por Jesús sería mucho más valioso que lo que escribieron supuestos testigos décadas después.
Pepe Rodríguez:
"El Evangelio de Marcos es el documento más antiguo sobre la vida de Jesús de cuantos se dispone, pero Marcos ni fue discípulo de Jesús ni le conoció directamente sino a tra¬vés de lo que, tras la crucifixión, le oyó relatar públicamen¬te a Pedro. El Evangelio de Lucas y los Hechos, del mismo autor, son los documentos fundamentales para conocer el origen y desarrollo de la Iglesia primitiva, pero resulta que Lucas, que tampoco fue apóstol, también escribe de oídas, componiendo sus textos a partir de pasajes que plagia de documentos anteriores, de diversas procedencias, y de lo que le escucha a Pablo, que no sólo no fue discípulo de Je¬sús sino que fue un fanático y encarnizado perseguidor del cristianismo hasta el año 37 d.C. (un año después de la cru¬cifixión de Jesús).
Mateo sí fue apóstol, pero una parte de su Evangelio lo tomó de documentos previos que habían sido elaborados por Marcos (no apóstol). Queda Juan Zebedeo, claro, que ése sí fue apóstol… pero resulta que el Evangelio de Juan y Apoca¬lipsis no son obra de éste sino de otro Juan; fueron escritos por un tal Juan el Anciano, un griego cristiano que se basó en textos hebreos y esenios y en los recuerdos que obtuvo de Juan el Sacerdote, identificado como «el discípulo querido» -de Jesús (que no es Juan Zebedeo), un sacerdote judío muy amigo de Jesús que se retiró a vivir a Éfeso, donde murió a edad muy avanzada.
...la inmensa mayor par¬te del testimonio en favor de Jesús, eso es el 79% del Nuevo Testamento, procede de santos varones que jamás conocie¬ron directamente a Jesús ni los hechos y dichos que certifi¬can. Tamaña barbaridad intentó ser apuntalada al declarar «inspirados» todos los textos del canon neotestamentario, pero entonces, dadas las infinitas contradicciones que se dan entre los propios Evangelios y sus inexactitudes históricas injustificables, se hizo quedar como un auténtico ignorante al mismísimo espíritu de Dios. ¡Menudo problema!
Las incoherencias tremendas que puede apreciar cualquie¬ra que compare entre silos cuatro evangelios canónicos, resultan tanto más chocantes y graves si tenemos en cuenta que es¬tos textos fueron seleccionados como los mejores de entre un conjunto de alrededor de sesenta evangelios diferentes."
Esos son sus testigos. Ese es el soporte de su fe.
Saludos
S.E.U.O.
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