Paganas reflexiones de un inadaptado.

A los bordes de la marginalidad.

Es interesante observar la confianza y el convencimiento rayando, en la certeza, que como observadores, tenemos y sostenemos sobre nosotros mismos.

Somos capaces de aceptar, incorporar, y ver, por otras cosas, por una multitud, gama de explicaciones, como construcciones, visiones diferentes, creadas a partir de la actividad, operativa, productiva de otras mentes.

Aceptar cosas que no son, mas que esos, meras construcciones, como visiones diferentes, sobre lo indefinido, he indeterminado de la realidad, eso si, originadas y desarrolladas por otras mentes.

Es decir; de ver, percibir y aceptar, un contexto, a partir de las explicaciones, es decir las construcciones originadas, organizadas por otras mentes.

Que no hacen más que anular y negar de alguna forma, o manera, cegando la capacidad operativa productiva, constructora explicativa, de nuestras propias actividad mental.

Anulando y negando la capacidad de establecer y ejercer el ejercicio de nuestra propia construcción visión.

A partir de tal cosa, es cosa, o un asunto netamente político, el imponer una explicación, construcción, visión hegemónica, sobre la masa de mentes anuladas, o cegadas, o mejor dicho, privadas de la visión, la creación, la participación (por el peso político de la visión) por la visión, la creación, la construcción que establece la visión, el mundo, el orden del mundo. Paradojalmente por la visión, por la imposición de la visión, la construcción domínate, autoritaria, autorizada.

Construcción autorizada, autoritaria, impuesta sobre la restante capacidades mentales, aprovechándose de la productiva de la realidad vapuleada, negada y reducida, hoy por hoy, por la complejidad y el peso, la fuerza política, del basto sistema social domínate.

Sistema que hoy por hoy, implica toda una diversidad, de mundos, dimensiones , visiones, dominios, como construcciones diferentes, amalgamadas en trono a un tronco, a un eje común, fundado en el principio de la negación, anulación como explotación y reducción del potencial creativo, productivo, regenerativo, de lo viviente.

De seguro esta rudimentaria, explicación, construcción, visión, producida por la perversión de mi psiquismo, no le va al gran orden existente.

Ya que solo desde su orden y estructuras, escuelas y universidades, se autorizan y convalidan, como se adoctrinan, forman y forjan las visiones y construcciones, que le refuerzan y le sirven en la apertura y consolidación de su ser y hacer. Poder y fuerza.

Cada visión, construcción, convalidad, es un dominio de acción, producción, reconstrucción y convalidación, como legitimación de su ser, ver, en función del hacer y los objetivos de su fundación y política, dentro de la basta complejidad de su desarrollo expansivo productivo.

Nos regimos por una visión, construcción, acción y hacer, productivo convalidado por el principio del sistema reinante.

No hacerlo es quedarnos por fuera del orden y el sistema productivo.

Al margen de la participación, integración, productiva de su ser.

De aquí que se exija, se nos exija y exhorte, a que adoptemos una de las tantas visiones, reducciones, negaciones, construcciones, practicas productivas, reproductivas, existentes, convalidadas por la esencia y el peso político del poder y fuerza de su ser.

A riesgo de no participar en tal cosa, con lo que implica tal cosa, marginalización y exclusión.

En virtud de esto; yo con mi atrevimiento, no renuncia a mi libertad de crear y establecer mis construcciones, visiones, estoy cagado.

Sencillamente por que las mismas, en mí como acción, no se fundan en el dominio, la reducción, la negación, como en la anulación y la privación, de la capacidad creativa productiva, que me es legitima y que es inherente, a la productividad y constitución de los bastos y muy complejos sistemas vivos.

Actividad, creatividad, productiva que no es, y no puede ser, desde los fundamentos de la dominación y explotación, de la negación y la reducción.

Facultades que ay que reprimir negar combatir, he imponer en contra de la vida, lo viviente, no aceptando su actividad, productividad, en función de nuestro sistema, fundado en la violencia de la dominación y explotación.

Posible; en virtud de poderse generar, y generalizar, la imposición de una visión construcción única, sobre la realidad de nuestras mentes. Única forma de fundar y hacer prevalecer la constante construcción y reconstrucción de una sólida realidad sobre la realidad productora de nuestros psiquismos.

Y esto es como roblarle la visión, la construcción, creatividad, a las muy complejas capacidades constitutivas productivas de nuestras vidas y psiquismos.

Eduardo Coli.