El fenómeno social como posibilidad

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

El fenómeno social acomodado, encauzado y posibilitado en la definición de su carácter estructural y formal es, sin duda, su mayor interés como lugar asible epistemológicamente. La dialéctica que podríamos desarrollar entre las diferencias entre problema epistemológico y urgencia sería negar la importancia de la misma epistemología y la urgencia, sería hacer de nuestra filosofía un cientificismo con el único mérito de sus resultados y toda la calamidad de su ridícula falsedad, su modo de reducción, reproducción y recreación basada en su principio de incomprensión.

El sociólogo Parsons indagó en el significado de la orientación de la acción social. El mayor mérito de Weber fue llamar la atención sobre la fenomenología de la acción social; es interesante fenomenológicamente porque su modo de relación es el marco que se nos da como posibilidad. Si la acción social se hubiese visto como un problema fenomenológico se podría haber adelantado la lectura de Parsons, al menos, a las Investigaciones Lógicas de Husserl. Ello fue el sentido de Schulze, pero Parsons buscó con mayor interés el modelo formal que facilitaba la estructura. Como defiendo, si en lugar de pensar los problemas en sus casillas los pensamos en sus raíces hubiéramos hecho de la fenomenología un reto científico –epistemológico- y no un discurso que reclama la conciencia del problema de la indeterminación de la acción social –la limitación de la trascendencia-. Al menos, era la intención original de Husserl, quien se centró en la indeterminación como problema atrapado en su ser en sí, cosa en sí como cosa y no como su correlato auténticamente orientado moralmente –socialmente-. Ese sentido no privado sino hacia fuera es el que reclamo como la conciencia de la sociología.

[Santiago bolso]

Alberto como andás, no entiendo que quiere decir urgencia, a ver si me la podés explicar. Y también me gustaría saber si es un término que utilizás vos o si se utiliza en sociología habitualmente.

Saludos.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Santiago, me alegra leerte. Por lo que yo sé, la urgencia sí se utiliza como concepto en algún discurso sociológico y filosófico. Te he de decir que mi relación con ello sólo puede venir de un mismo objeto, pues yo lo desarrollé desde la teoría del dolor de Schopenhauer en lo que el dolor tenía de primacía, y en las relaciones que tenía con la biología -referido como génesis evolutiva de la urgencia-. A este respecto, las afirmaciones sobre mi desprecio e ignorancia sobre lo que sea la ciencia son una falsedad que se demuestra con mis escritos.

Este dolor no es psicológico, ni físico; es metafísico, como ya habrás leído antes. En una representación se presenta punzante, emergente en su ordenación. Se quiere dar primero, quiere ser él y no importa el resto. Esto tiene más significado en cuanto a la actividad cerebral, mental, la visión o cualquier tipo de representación.

En cuanto a la sociología mi uso es como problema del que la sufre, el sujeto del problema que, en su conciencia, nuestra conciencia de su problema, se hace objeto. Puedes verlo como problema social exigido en su pulsión más que en su abstracción y conceptualización. En cualquier caso, es sólo un momento de la reflexión, tampoco su totalidad, eliminación y agotamiento de su problema.

Por supuesto, aclaro que este sentido de importancia y atención al sujeto no debe ser entendido como primacía psicologista o subjetivista; más bien, al contrario, el sujeto en tanto que sujeto y en la conciencia de sus condiciones representables y sociológicamente significativas, en su lógica; o sea, en lo que es común a un grupo, el que definimos como objeto social. Esto abre una inmensidad de problemáticas de estudio para la sociología. Como se puede ver sin dificultad, el problema no es sobre una primacía de un método científico entendido en sus casillas; eso no existe, es sólo una representación falsa; el reclamo es su urgencia.