El extraño Pareto

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Pareto en el pensamiento sociológico es un caso extraño, raro. Es probable que la frialdad de su estilo lo hiciese antipático.

Sus principales cuestiones son sociológicas en un sentido alternativo de acción social. Es, como Marx, un visionario de la estructura. Respetan la dignidad humana por su poder de reacción, lo que le da y debe ser la racionalidad.

La teoría de las élites como en el caso de Nietzsche se presta a todo tipo de malinterpretaciones. En el caso de Pareto era un modo de explicar el movimiento cíclico y necesario del cambio social. No era una defensa de la importancia de los grandes sino de que los grandes se cambian de sitio por agotamiento. Podríamos decir que es una sociología del decadentismo o sociología decadente. La película de Visconti "El gatopardo" cuenta magistralmente esta cuestión.

Su teoría de los residuos y las derivaciones es similar a la teoría cultural de Freud y la acción irracional de Weber, sólo que mucho más complicada. Personalmente creo que sólo era inteligible para quien la entendiese filosóficamente o muy económicamente. Ni en el caso posterior de Parsons era fácil ver a qué conducía tanta noción estructural ¡y Parsons es el sociólogo más complejo que conozco!. No es de extrañar que la mayor influencia de Pareto haya sido en economía. No obstante, a pesar de su dificultad, subrayo el interés de la expectativa estructural de su sentido racional. Como hizo Parsons pronosticando el derrumbe soviético, las formas temporales que definen lo social en la posmodenidad conllevan fácilmente a promocionar su fragilidad social y lo que Bauman llama líquido. Es su definición estructural.

[ElMundo]

Que interesante se ve estudiar a Pareto. Quisiera tener dos cerebros para poder procesar tanta información - no me vería muy bien

De Pareto sólo he sabido de su Principio del 80:20, que se menciona en los cursos de administración. Que se suele aplicar así: el 20% de los problemas está causando el 80% de las dificultades, de modo que céntrese en resolver ese 20% y deje de lado el menudeo. O también: el 20% de la población (los ricos) maneja el 80% de los recursos. No sé como habrá llegado a esa razón.

La economía para mí todavía es una nebulosa. De cómo se relaciona la actividad económica y la moral, cómo se distribuyen los recursos y esfuerzos entre necesidades básicas y psico sociales. Economía y sexualidad, economía y fertilidad.

Recuerdo que una consultora de empresas utilizaba un programa de simulación para predecir los efectos de un cambio. El modelo era semejante a un circuito hidráulico con retroalimentaciones positivas y negativas, con estanques de acumulación, etc. Aplicaba una visión sistémica del problema. La manipulación de una variable podía traer un resultado totalmente inesperado.

No tengo noticias de que se hayan ensayado modelos sistémicos y simulaciones para problemas de orden social y económico.

Es más, el libro Freakonomics fue hace 5 años? un best seller a pesar de lo rudimentario del método estadístico utilizado por el autor. A través de estudios de correlación estadística llegaba a conclusiones algo llamativas: para familias con niños es más peligroso tener una piscina (alberca) que un arma de fuego o, la legalización del aborto ha disminuido la delincuencia, la compra de enciclopedias no afecta la prosperidad de la familia etc.

Pero, repito, no he visto esfuerzos más serios.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

En efecto, el enfoque de Pareto pretendía ser sistémico. Más que centrarse en el mantenimiento, el grueso, se fijaba en qué hacía posible el cambio, de ahí el modelo de las derivaciones y los residuos. Era algo así como un circuito social donde unas cosas llevaban a otras y estas a otras. Había como un contagio de objetos y un detalle de su modificación. Yo pude leer uno de los tomos de su compendio sociológico, que no sé si está traducido íntegramente al castellano. Como digo, se me hizo bastante complicado.

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

Lo importante del 80/20, el principio de Pareto, es su dependencia de la Ley de Pareto de distribución constante de la riqueza. Es crucial verlo desde la perspectiva de la economía política. La economía en este sentido es un todo con una ley de dependencia mutua, es decir, con interrelación. El equilibrio indefinido no es una condición lógica, sino algo estructural de las sociedades liberales. En este sentido, y con todo respeto para Pareto, la profundidad de la obra de Marx se presta más a la comprensión del fenómeno. No quiero hacer ahora una defensa de la importancia de Marx, sólo un atontado la pone en duda aireando que no lo entiende; el ciego que llama a no ver oscuridad y necesita falsificar sus ideas para poder hablar así de realidad y propiedad.