La sociología miserable es aquella que olvida su objeto, la urgencia social, y lo falsifica en una imposición de urgencia artificial, la científica. Es, pues, su reclamo la primacía de su urgencia a expensas de la problemática social. Toma, no obstante, como modelo al prehistórico Comte, y niega o desconoce todos los avances realizados en lo social. Su sentido práctico es un abstracto que reproduce su inmoral cientificidad..
Ese derroche de cinismo e inhumanidad es, ciertamente, un despropósito ético por muchos afeites con los que se recubra. Su sentido ético sólo es supuesto, nunca primario, positivo; es miserable. Ni el hombre ni la sociedad, sólo su reproducción. Miserable, como he dicho,
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