Popper y la sociología

[ALBERTO RODRIGUEZ-SEDANO]

La proposición fundamental de Karl Popper para la orientación científica de la sociología era la reconstrucción racional de las situaciones sociales en sus condiciones iniciales y en el sentido de la intencionalidad de la razón, las condiciones finales. Popper tenía en baja estima el espíritu positivo por ser racionalmente pasivo y perezoso, no creativo. La sociología debía ser ciencia de acción, en el sentido de acción responsable con la misma acción social, lo que la daba sentido.

En lugar de atascarse en el tributo a la hipótesis de leyes naturales, que era tan sólo el supuesto básico de todo sentido científico, propuso la reconstrucción de la realidad por tentativas dirigidas al aumento de conocimiento en su improbabilidad y problematización. En lugar de buscar la constancia, buscar dónde no se cumplía; en lugar de repetir condiciones, crear situaciones nuevas que permitiesen conocer nuevas conclusiones. Las principales áreas que propuso de acción social fueron la sociología institucional y el estudio de las nuevas condiciones y predicciones falsadas.

Aunque Popper fue un filósofo muy creativo sus principales propuestas sociológicas se encontraban con anterioridad a él en obras de Max Weber, Charles Peirce, Karl Marx o Georg Simmel . Como les sucede habitualmente a muchos sociólogos debemos recordar a los que critican tan importante disciplina que antes de decir qué no hace la sociología estudien qué ha hecho y entonces opinar sobre lo que no ha hecho o no hace -esos pájaros suelen venir de otro nido-. Cualquier conocimiento que se pretenda propio y no enfoque su creatividad a un sentido histórico de elaboración continuada de teorías, en vez de ser heurística, es literatura caprichosa de iluminado, que llama a su desvarío propiedad. Popper tuvo siempre la estatura intelectual y el conocimiento como para no caer en asumir nada como propio y menos las ideas. Es, sin duda, no sólo un ejercicio de ignorancia sobre el proceso mental sino una terrible irreponsabilidad que asume lo propio en su falsedad.

Cuidaos de los espejos, no vaya a ser que las imágenes reflejadas no sean las vuestras.

[Pompilio Zigrino]

El mandamiento de Cristo, respecto del amor al prójimo, ya aparecía en el Antiguo Testamento. Alguien lo puede acusar de apoderarse de algo que no inició él mismo. Sin embargo, dijo también: “No he venido a abolir, sino a dar plenitud”.

Es importante tener en cuenta que, cuando uno adopta una postura religiosa, o filosófica, en cierta manera se está rodeando de “amigos” de otras épocas, con los cuales se sigue una tradición que agrupa a personas que tienen algo en común que los identifica. De ahí la expresión: “Dime con quien andas y te diré quien eres”.

La conclusión de mis escritos se puede resumir en: trata de compartir las penas y las alegrías de los demás como si fuesen propias.

Esto, que muchos consideran como algo positivo para cualquier ser humano, es considerado por algunos como algo “infantil” y algo “perverso” por otros.

Por las razones expuestas, puedo decir, con cierto orgullo, que mis “amigos” son Cristo, Spinoza, Teilhard de Chardin y otros.

Veamos el caso del que se opone tenazmente a mi sugerencia. En algunas partes muestra su admiración y consideración por Heidegger, Nietzsche y Marx. Recordemos que Heidegger, luego de profundizar sobre la realidad, termina en el partido nazi. Nietzsche es considerado, por un gran porcentaje de historiadores de la filosofía y de la política, como uno de los realizadores del fundamento filosófico del nazismo. El propio Marx ha sido el fundador de un movimiento que concluyó con decenas de millones de muertes en la URSS y en otros países.

Quizás no exista mayor oposición entre “mis amigos” y los “amigos” del difamador público. Por algo, entre los mayores opositores al cristianismo y a la religión encontramos a Nietszche y a Marx.

De ahí que la difamación pública de alguien que tiene tales “amistades” es algo que resulta casi un elogio. Lo opuesto al amor es el odio, lo opuesto a la paz es la guerra.

Al difamador: no trate de perjudicar a la sociología con sus sugerencias anticientíficas ni trate de perjudicar a la gente que busca el amor y la paz.

Sus “amigos” incitaron a las peores catástrofes ocurridas en la historia de la humanidad. Usted tiene el derecho a defenderlos y a atacar a los opositores, pero debe adoptar una postura de mayor responsabilidad.

Mis amigos han tratado de construir, en base a la verdad, una religión, una filosofía, una ciencia, una humanidad.

Sus amigos han tratado de destruir, en base a la mentira, la religión, la filosofía, la ciencia y la humanidad.

Por eso, además de sugerirle que construya algo, debería antes sugerirle que cambie de amistades…….