Una vez oí a un señor que, regresando de un entierro, dijo :
"Fui a ese entierro, pues, ensayando ..."
Eso me dejó pensando que es cierto que cuando morimos no podemos "aprovechar" nuestro sepelio ya que estamos muertos.
Quizás por eso a tantos les "gusta" asistir a velorios y a entierros de familiares o amigos; para sentir emociones que no podrán sentir cuando les toque morir. Y les gusta llorar ...
A mí me gustaría poder presenciar mi propio sepelio, con ceremonia y todo hasta el entierro. Y también para ver cómo van a reaccionar mis "deudos, si se van a proyectar catárticamente o no en mi "muerte" y en mi "entierro" ... por los agujeros que me permitirán observarles ...
Creo que podría haber una forma de experimentar eso ...
Perdónenme aquellos a quienes este tema pueda parecerles algo macabro pero es que, en realidad, yo tengo una visión tan y tan positiva de mi propia muerte que la considero como algo maravilloso. Sé que soy mortal y eso me llena de felicidad.
Supe de una empresa que existió en alguna parte de los EUA y en la que tú pagabas cierta suma de dinero y podías asistir a tus propias exequias.
Te colocaban en un ataúd provisto con agujeros para que no te perdieras nada de la ceremonia en la iglesia. Había plañideras y todo. Se rezaba, se leía la Biblia, un cura pronunciaba un breve panegírico exaltando tus cualidades de buen padre, buen hijo, buen esposo y amigo y te llevaban hasta un cementerio en un lujosísimo coche fúnebre Lincoln Continental negro ...
Llegado ante la tumba, sacaban tu ataúd del coche fúnebre, colocaban tu ataúd sobre la fosa, se volvía a pronunciar un breve sermón para encomendarle tu alma a Dios y se procedía al entierro, bajándote despacito con las maniguetitas ésas que usan los yanquis. La cubierta superior del ataúd tenía una ventanilla de cristal la cual te permitía ver la tierra que te echaban los sepultureros hasta taparte por completo. ¡ Qué emoción tan fuerte ! ¿ Verdad ?
Y te dejaban allí enterrado durante media hora. Claro, con oxígeno dentro del ataúd.
Al cabo de 30 minutos, te desenterraban y te brindaban un cassette de video con todo filmado desde tu puesta en el ataúd hasta tu desentierro.
Y así podías conservar el recuerdo vívido de una experiencia única en tu vida.
¿ Qué les parece semejante plan ? ¿ Les gustaría pagar para tener ese servicio, ese deleite tan especial, tan único en su vida ?
Saludos.
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