Ruin perro callejero,
perro municipal, pero sin amo,
que al sol o al aguacero
transitas como un gamo
trocado por la sarna en cachicamo.
Admiro tu entereza
de perro que no cambia su destino
de orgullosa pobreza
por el perro fino,
casero, impersonal y femenino.
Cuya vida sin gloria
ni desgracia, transcurre entre la holgura,
ignorando la euforia
que encierra la aventura
de hallar de pronto un hueso en la basura.
Que si bien se mantiene
igual que un viejo lord de noble cuna,
siempre gordo, no tiene
como tú la fortuna
de dialogar de noche con la luna.
Mientras que a él las mujeres
le ponen cintas, límpiate los mocos,
tú, vagabundo, eres
-privilegio de pocos-
amigo de los niños y los locos.
Y en tanto que él divierte
-estúpido bufón- a las visitas,
a ti da gusto verte
con qué gracia ejercitas
tus dotes de Don Juan con las perritas...
Can corriente y moliente,
nombre nadie te dio, ni eres de casta;
mas tú seguramente
dirás iconoclasta:
-Soy simplemente perro y eso basta.
La ciudadana escena
cruzas tras tu dietético recurso,
libre de la cadena
del perro de concurso
que ladra como haciendo algún discurso.
Y aunque venga un tranvía,
qué diablos, tú atraviesas la calzada
con la filosofía
riente y desenfrenada
del que a todo perder, no pierde nada.
(por Aquiles Nazoa)
este es uno de mis poemas favoritos. no me pude resistir al recordarlo... tuve que traerselos es que recordé a todas mis macotas que ya no estan...
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