Es evidente que el problema crece día a día y, si bien somos muchos los pre-docentes y docentes que queremos cambiar esta situación, nos hace falta fuerza de voluntad y conciencia por parte de los demás, especialmente de los padres.
No sé cómo será en sus países, pero he notado que la mayor parte de los argentinos tiene la costumbre de pensar "¿y qué puedo hacer yo?" ante un problema, y se quedan en ello; es obvio, aunque escapa a su conocimiento, que lo más mínimo que puedan hacer es mejor que no hacer nada.
También muchos padres han tomado la costumbre de culpar por todo error de sus hijos al docente (aunque a veces sí es su culpa jeje) y tienen la costumbre de decirles "tu profesor no sabe nada", o "tu maestra es una ********", o "¿qué podrá saber tu profesora?", etc, etc, etc; entonces, ¿cómo esperar que los chicos nos respeten si sus padres nos rebajan en tal grado?
El otro día, mientras estudiaba Sistema Educativo, me di cuenta de que los padres de hoy en día (en su mayoría, no hay que generalizar) tienen un concepto equivocado del tiempo que ocupa ser padre; ellos piensan que su deber es criar a un niño los primeros tres años y, una vez que ingresan al sistema (actualmente los jardines maternales o kinders aceptan chicos desde los 3 años) su trabajo educacional a terminado. Recuerdo que en mi niñez, ora mis padres, ora mis hermanos, siempre contaba con alguien que me ayudara con los deberes escolares y se preocupara por mi educación, ¿cuál será el porcentaje de chicos que reciben esta ayuda en casa hoy por hoy?
Sé que no es mucho lo que yo puedo hacer por cambiar esta situación, pero me sentiré realizada si logro marcar la vida de un chico de forma positiva, sólo uno y seré totalmente feliz; sería bueno que todos pensaran así: un chico cada uno y salvamos el mundo jeje
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