... o completa cositas que le faltan.
Amig@s :
Una vez más les expongo un tema que corrobora mi tesis según la cual es incorrecto hablar de "LA" Biblia, y que debemos hablar, más bien de LAS Biblias. Decimos "LA" Biblia por tradición, y por comodidad de lenguaje, pero es un concepto inexacto.
Me refiero, naturalmente, a las Biblias redactadas en las lenguas originales (paleohebreo, arameo y griego koiné); no a las versiones que de las mismas se han hecho a tantas lenguas más del Mundo (español, inglés, francés, etc.).
Los protestantes, al igual que los judíos, se aferran al texto masorético (o Biblia hebrea, o Tanaj), es decir, lo que llaman "el Antiguo Testamento", y miran la Septuaginta Griega (o LXX) por encima del hombro, con cierto desdén, por aquello de que no es la Palabra original que Dios le dió a los hebreos, y en lengua hebrea. No les gusta mucho porque es una traducción al griego; prefieren los originales en hebreo y arameo. Ignorando, voluntaria o involuntariamente, que los autores del N.T. tenían esa misma LXX en gran estima, y por eso mismo la honraron al citarla en numerosos pasajes de sus escritos.
Y hay que entender que los que estudiamos TODAS las Biblias que hemos heredado de la Antigüedad llegamos a la conclusión de que es imprescindible consultarlas todas, si queremos extraer de las mismas una visión holística y, por consiguiente, más honesta y más objetiva.
Veamos el siguiente ejemplo, para entender mejor el propósito de este tema.
Abran sus Biblias en Génesis 15:13-16, y en Exodo 12:40, 41.
¿ Qué observan al comparar esos pasajes ?
Mi siempre cordial saludo para tod@s.
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