En algunos diálogos platónicos se traza el camino del descubrimiento al reconocer lo que uno ya sabe y ha olvidado. ElMundo nos ha sugerido algo en esta línea. El movimiento de lo trascendental y lo nouménico que se establece como conocimiento objetivo -conocimiento desensimismado- es lo que hace realmente tan improbable, creativa y rica la razón. El conocimiento objetivo, así, es una posición privilegiada para contemplar lo que pasa por ella.
El elemento cultural de ElMundo no deja de ser razón por ser, en cierto modo, contingente. El descubrimiento de esa razón es su discurso mientras se desvincula de sí mismo, mientras se suspende para poder contemplarse. Igual que alguien que se contempla ante un espejo, necesitamos tener definidas las propensiones en el “sentido cultural” que permite la significación.
La reflexión del espejo como la imagen reflejada, no como la que la que mira, ha sido un discurso completamente alejado del sentido kantiano. Hegel y todos sus secuaces retorcieron la intencionalidad desvinculando lo que Kant había unido, posibilitando, asimismo, su reunión fijada como continuidad. Debiera verse que cuando me he referido a la ciencia del desligue he mentado una especulación coherente y creativa, no una ebriedad trascendental. La imagen del espejo que se vive en el incierto juego dialéctico rompe la coherencia y la cambia por una caprichosa forma de ordenación, dictada por un momento posterior, pero tomado por anterior en su supuesto lógico. Esta era la referencia a la dialéctica que traje a Santiago y su relación con los procesos del pensamiento humano. Toda la quiebra de la dialéctica era la de Hegel, su más conocido promotor. En esos filósofos la Historia en su discurso es un elemento crucial porque es el camino del despliegue del espíritu hacia su culminación de la razón. El replanteamiento de las síntesis de Kant con arreglo a la razón es exactamente lo contrario.
Las síntesis de Kant están dirigidas al conocimiento como su objeto, de ahí que se proponga esa dirección como su intencionalidad. Es el conocimiento desligado de sí mismo para su desvelamiento.
Aunque pueda parecer que estas ideas están totalmente alejadas del sentido común y su practicidad se trata simplemente de un paso posterior del conocimiento en su discurso. La evidencia se propone como abierta, ya no es un objeto definido. Las síntesis son el proceso, son necesariamente históricas, pero su virtud es su no temporalidad. En los objetos sociales y culturales se vive una situación semejante, se asume evidentemente lo que tenemos delante. Ya dije que despreciaba ese pragmatismo por ingenuo y epistemológicamente pobre. Podemos ser coherentes con la acción y, además, dilatar el tiempo en su conciencia y revisión de su intencionalidad. Las síntesis aglutinadoras de su contenido barnizan su aplicación y emergen con lo que despiertan tras su recorrido.
Las síntesis son aplicación recuperada en su conocimiento y descubrimiento. Será igual si es casual, pero ya no será razón.
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