Un profesor de sociología hablaba del aura de los objetos. No es lo mismo una copia que el original, por ejemplo.
Unos herméticos estudiaban la vibroturgia que es la capacidad de percibir quien ha estado en contacto con un objeto.
Pero pasando a lo que es más observable y deducible, los objetos tienen el valor que la sociedad les da.
Y también los objetos sirven de sustituto, como la mantita que chupa y huele el niño que ya perdió el contacto habitual con la piel de la madre.
Hay millonarios que son capaces de pagar una salvajada de dinero por un objeto representativo: un auto famoso, el vestido de una diva, … como si estuvieran cargados de una magia que los hará poderosos o inmortales, como los huesos de los santos.
Leo que Kate Moss con su belleza mórbida es ya un ícono. Algo que atrapa un no se qué de una época. Sus retratos valen plata.
Las cosas. Algunas necesarias. Otras símbolos de distinción, de diferenciación social y vehículos que reproducen tales diferencias. La corona de la reina, la tiara elevada del Papa, un collar de tres vueltas.
La cosa, la cosa.
El auto no es una máquina que lleva de un lado a otro con cierta seguridad y comodidad si no que es un artefacto de delicadas terminaciones que denotan un estilo (y hacen vivir al dueño una verdadera pesadilla cuando sufren un rallón).
¿Tiene vida el objeto? No, claro. Pero, dejando de lado los que suplen necesidades básicas ¿Vivo en el objeto? ¿Es parte de mi vida? ¿Cuánta satisfacción me da?
La posesión por si misma da un cierto placer. Que para mí es un sustituto de algo mejor: la satisfacción del hacer y relacionarse. Un balón de cuero autografiado, puesto en una vitrina, por ejemplo, entrega menos que jugar, saltar y sudar con otros con una vieja pelota.
El lujo, la producción de cosas innecesarias la veo como la hermana de la miseria, la material y la social. El reflejo de una pobre relación humana que nos hace cerrar la mano y satisfacernos en la cosa.
Con la tecnología actual y siendo más sencillos podríamos vivir todos mucho mejor. Enriqueciendo la forma de vivir lo humano.
Tal vez la pregunta debiera estar en Economía, pero
¿Cuál es el valor de las cosas?
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