Éste es el tema que iba a desarrollar antes y no pude.
Desde hace unas semanas estoy investigando al respecto para la realización de una monografía. Expongo aquí el "corazón" de la cuestión para conocer sus opiniones:
Miles de argentinos cada año dejan su país, en el que se formaron intelectualmente, para trabajar en el extranjero. Este no es un tema novedoso, no es cosa de la nueva era; sin embargo, los motivos han cambiado con el tiempo.
En las décadas del '60 y del '70, los grandes exponentes de la cultura argentina se exiliaban por motivos religiosos o políticos; la dictadura, asesina de la libre expresión, obligó a cientos de notables hombres y mujeres a dejar su amada tierra y vivir alejada de ella, pero eso sí, luchando siempre por volver a ella y por salvarla.
Empero, una vez restablecida la democracia, la fuga de cerebros no cesó, sino que adquirió tintes diferentes y muy diversos.
Algunos de esos móviles que desencadenan la pérdida del material humano-cognoscitivo están en la deficiencia del sistema educativo que se ha venido agravando con el devenir de los años; la falta de recursos económicos generalizada; el abandono, por parte del Estado, hacia el desarrollo de la ciencia; el poco, casi nulo reconocimiento que reciben los estudiosos en nuestro país; la escasa propuesta de trabajo; etc.
En la década de los ’90, Argentina fue el país latinoamericano que más técnicos y científicos aportó a los Estados Unidos, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL). Hasta el año 2000, la medición hecha por dicha comisión revelaba que “de cada mil argentinos que emigraron a los EEUU en la década del ’90, ciento noventa y uno eran personal especializado”
También un 20% de los especialistas emigrados, ha comenzado su post doctorado en el exterior, tanto en EEUU como en Europa.
Últimamente se ha presentado una especie de síndrome de “postdoc” el cual consiste en que muchos de los que han emigrado, a terminar sus estudios, buscan volver debido a la baja en la oferta de trabajo.
Actualmente existen unos 7000 científicos argentinos trabajando en el exterior, esto representa el doble de los que cursan la carrera de investigador en el Conicet.
Todo esto supone una terrible paradoja: los países más pequeños, los del tercer mundo, están proveyendo a los más poderosos de excelentes científicos que los hacen crecer aún más.
La investigación que estoy llevando a cabo (pues aún no la termino) sobre el tema, da para extenderme muchísimo más, pero prefiero incentivar vuestra participación que dar un monólogo.
En base a lo leído:
¿Quiénes son los principales responsables?
¿Será éste un problema de nunca acabar?
¿Qué soluciones pueden darse y a quiénes corresponde darlas?
¿Qué ocurre en vuestros países? ¿Es tan perceptible como en Argentina esta “fuga de cerebros”?
Fuentes: Diario Clarín; Diario La Nación.
(No estoy segura de que esté en el foro correcto, pero me pareció el adecuado por los tintes políticos que tiene el tema.)
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