La esperanza se marchó dejando mudos mis dedos, como si no existieran las palabras.
Y desde entonces tengo tres secretos escondidos en la lengua.
Tres secretos que no cuento, obviamente porque dejarían de serlo, y es tan gratificante tenerlos para una sóla!!!.
Tres secretos que no puedo contar desde que los dedos murieron, y esa era su única vía de escape.
Sólo tres secretos, que no sé si son grandes, importantes o vitales para alguien, pero si los suelto, me desnudan y tengo tanto miedo de volver a pasar frío!!!.
No quiero caminar sobre los baches de nuevo, las articulaciones se me resienten y los huesos crujen.
Tengo miedo de caerme, mi estabilidad no es la de antes...el equilibrio falla.
Por eso crees que me escondo, que no sucumbo ante tus palabras dulces...yo me río, por lo empalagoso de las frases, pero me gustan.
Y no me escondo, créeme, sólo guardo esos tres secretos.
Tres secretos que me mantienen protegida del posible temporal.
Se preveen futuras tempestades.
Besos;
Idem
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