Respondiendo meramente al enunciado del blog, efectivamente existe un riesgo para la salud de la mujer si no se tienen las precauciones higiénicas suficientes, las más frecuentes son la candidiasis, el mycoplasma genital, herpes, LGV, etc. y básicamente se producen al penetrar analmente primero y vaginalmente después, en muchos casos las bacterias contaminantes son toleradas en el intestino de la portadora sin ningún tipo de alteración pero al cambiar de medio pueden afectar más o menos seriamente tanto al conducto vaginal como al hombre sin una protección adecuada.
Hay que diferenciar muy bien lo que es y representa el coito anal en un hombre y lo que es y representa en una mujer, en el hombre el placer viene dado por la estimulación prostática y es normalmente aceptado en la relación homosexual, sin embargo en hombres heterosexuales es normal la erección cuando se les practica un tracto rectal por el urólogo, circunstancia que también es aprovechada en casos de dificultad eréctil siendo frecuente en la relación de parejas heterosexuales la introducción de un dedo o un consolador por la mujer en el ano del hombre para incrementar la erección. Como anécdota curiosa indicaré que no hace muchos años se puso de moda, con gran éxito y respuesta masculina en clubs y casas de placer, el trío del “sándwich”, donde ejecutivos heterosexuales permitían su penetración anal por una “obrera del amor” equipada con un consolador atado a la cintura mientras él penetraba a la otra normalmente.
En el caso de la mujer, teniendo en cuenta que el esfínter anal es involuntario y pese a lubricantes, es rara la mujer, salvo excepciones de mujeres muy despiertas sexualmente, que obtengan placer “per se”, por no decir dolor. Esta práctica habitual en países árabes en los días “impuros” o del período menstrual, se ha puesto de moda en los hombres básicamente para evitar embarazos, reforzar el papel dominante y encontrar un conducto más estrecho y menos flexible que la vagina y para ellas una forma, aunque incómoda, de evitar desfloramientos o fecundación.
La sodomía a través de los tiempos siempre fue una práctica que se imponía por el vencedor al vencido como una humillación social y un castigo, entre amos y esclavos, maestros y efebos, o de sádicos a masoquistas y no siempre bajo un condicionante homosexual, hoy día para mi criterio y volviendo a responder al enunciado del blog, su práctica en la relación heterosexual es vejatoria y atenta claramente a la dignidad de la mujer aunque sea consentida, pero no deja de ser mi sola opinión. Un saludo a todos.
Si los dos están de acuerdo pues creo que no tiene nada de malo...
Última edición por dramirez; 27/11/2013 a las 15:37
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