El siniestro
El siniestro
Junto a la brisa del agua viva de los ríos, bajo la sombra de las montañas más verdes de mundo, donde los árboles viejos abundan, donde las abejas comparten su miel. Allí, donde las rosas silvestres parecen ornamentales, allí, donde crece el maíz y la caña de azúcar, sin siquiera sin ser sembrados, acompañados con los arbustos de café que aromatizan el ambiente. Un lugar que nunca ha conocido lo que es sequía, un lugar que está vivo, un lugar donde el hombre puede unirse con la naturaleza, como lo haría con su mujer: en una sola carne. Muy adentro, en las montañas características de ese lugar, cerca del río que genera la música de fondo que completa el paisaje decorado con 2 cascadas iluminadas por el arco iris que ellas mismas generan con su humedad, vive una pareja. Esta pareja de recién casados vive en el paraíso, en su sueño común. Su casa, bajo los árboles de cedro, quenepa, higuera y líbano, está construida de madera, es nueva, pero la naturaleza del lugar la decoró de la belleza que tiene un objeto antigüedad. La pareja parecen vivir en la perfección, después de todo, son reciencasados, y no conocen los problemas de vivir juntos, no aún. Una vez, el esposo, salió a buscar granos de café, solo los que necesitaba, pues quería dejar el paisaje como estaba. Cuando entró a su casa, encontró a su esposa atada, y escuchó detrás de el una voz que decía claramente: -no te muevas-, entonces El se volteó cuidadosamente y miró un personaje siniestro. Luego tres segundos de silencio, el esposo dijo: - que quiere de nosotros? No tenemos nada valioso que usted pueda llevarse - Entonces el siniestro personaje, que tenía la cara cubierta, dijo: - quiero quitarles su paz, deshacer su amor, dispersar su pasión, destruir su alegría, contaminar sus tierras, formar guerras entre ustedes y entre otros, oscurecer su alma, quitarles el sueño, neutralizar su voluntad y finalmente, hacer su vida un infierno - Entonces el esposo comprendió quien era El, miró a la esposa, que no podía hablar porque tenía su boca tapada, y con la mirada, ella también pudo comprender: ambos debían ser fuertes para evitar para resistir el ataque del siniestro. El esposo dijo: - quien te llevó a tratar de destruir nuestra vidas? - Y el siniestro contestó: - Ustedes me llevaron a su vida, no al revés - El siniestro, enviado por su Jefe, no era un ladrón, no era un violador, ni un asesino, era todas estas cosas a la vez: el pecado.
Por josell
Iniciado por atenea2
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