Iniciado por
jorgesalaz
Mirar a los ojos -y sostener la mirada por tiempo indefinido- puede ser algo placentero cuando se enfoca a los ojos del ser amado, pero ¿Quién no sintió la mirada acusadora de su madre, cuando era un niño al tiempo que preguntaba: ¿Donde estabas? ¿Con quién? y ya de adultos la novia o la esposa con las mismas preguntas. Yo, por mi parte, considero a mis ojos como una ventana a mis pensamientos y no permito que nadie fisgonee dentro de ellos. Es decir, me molesta que alguien fije en mis ojos su mirada si no es alguien muy íntimo. Generalmente a esas personas (a veces es el jefe) los miro fijamente a un punto en sus cejas y con eso los hago perder el dominio que sienten tener. ¿Les gustaría que un extraño se asomara al interior de su habitación por la ventana que dejaron abierta? A mí no.
Marcadores