Dedicado a todo aquel que en alguna oportunidad se haya sentido humillado, disminuido o descalificado por El Presidente Chávez:

The mouse that roared, así se llama una divertidísima película inglesa con Peter Sellers, en la cual un minúsculo país ficticio amenaza a Estados Unidos y finalmente le declarara la guerra.

El recuerdo de esta película me viene a la memoria a raíz de la iniciativa de Chávez de establecer un pacto de asistencia recíproca entre los países miembros de esa entelequia que se llama ALBA. "Deberíamos trabajar para conformar una estrategia de defensa conjunta e ir articulando nuestras fuerzas armadas, aéreas, el ejército, la marina, la Guardia Nacional, las fuerzas de cooperación, los cuerpos de inteligencia, porque el enemigo es el mismo, el imperio". "Si se meten con uno de nosotros, se van a meter con todos, porque responderemos como uno solo" (El Nacional 28.01.08, Pág. 2).

Este rugido se escuchó en el "Aló Presidente" del domingo 27, es decir, el día siguiente de la clausura de la Sexta Cumbre del ALBA celebrada en Caracas. No se tiene noticias de que en algún momento, durante el desarrollo de la Cumbre, se hubiera discutido esa propuesta, lo cual lleva a concluir que se trata de otra más de las decisiones improvisadas que caracterizan al Presidente.

Esto significa que Chávez, unilateralmente y con la sola aquiescencia de Daniel Ortega, quien lo acompañaba en el programa, dispuso establecer una alianza militar entre los países del ALBA, comprometiendo a esos gobiernos en una alianza militar sin que hubiera precedido -hasta donde se conoce- algún tipo de consulta y mucho menos un Tratado o un Acuerdo sobre una materia que implica compromisos sumamente graves y altamente delicados. O sea, que los otros países del ALBA, Cuba, Bolivia y ahora Dominica, de pronto se han visto arrastrados, sin su consentimiento expreso en un esquema de defensa mutua en el cual quedan involucradas sus fuerzas armadas.

Vale la pena recordar que en nuestra región existe un mecanismo de asistencia militar recíproca, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), también llamado Tratado de Río por haber sido concluido en Río de Janeiro. Es un pacto de defensa mutua similar al que contempla el Tratado del Atlántico Norte que estableció la OTAN.

El artículo 3.1 del TIAR dice expresamente: "en caso de (...) un ataque armado por cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inminente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas.

Otro esquema de defensa recíproca en nuestra región es el Sistema de Seguridad Regional, un acuerdo de defensa y seguridad de los países del Caribe oriental, del cual forman parte Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, San Kitts y Nevis y Grenada.

De manera que lo que ha propuesto Chávez es la creación de un "mini-TIAR" en el cual Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Dominica actuarían conjuntamente para hacer frente a un eventual ataque contra alguno de esos países.

Afortunadamente, salvo Nicaragua, ninguno de los otros países ha manifestado estar de acuerdo con esa fantasía de Chávez. El ministro de la Defensa de Bolivia dijo que eso "Es algo que hay que tratarlo en el seno del gobierno. No hemos asumido ninguna posición porque ni siquiera se ha considerado". El ministro de la Defensa de Ecuador, país que asistió como invitado en la Cumbre del ALBA, dijo expresamente que su país no participará (El Universal 30-01-08, Pág. 1-2). Cuba ha mantenido un silencio elocuente. El gobierno de Dominica, país que no tiene ejército regular, cuya defensa se encuentra bajo la responsabilidad del Sistema Regional de Seguridad mencionado más arriba, debe estar preocupado, o más bien aterrado, al encontrarse envuelto en el berenjenal en que Chávez lo ha involucrado.

Nótese que como su propuesta no ha tenido acogida, Chávez está recogiendo velas y no ha vuelto a tocar el tema. Daniel Ortega es el único que sigue ciegamente comprometido con el proyecto, ahora redimensionado porque al parecer se trata de una "alianza militar entre Nicaragua y Venezuela para defenderse mutuamente". Ortega insiste en que "los dos países se defenderán mutuamente de cualquier eventual ataque militar". "Venezuela y Nicaragua unidos somos fuertes". "Tocar a Venezuela es tocar a Nicaragua y tocar a Nicaragua es tocar a Venezuela" (El Universal 03-02-08, Pág. 1-7)

Si el proyecto del "mini-TIAR resultaba ridículo, ese "micro-TIAR" Nicaragua-Venezuela lo que provoca es morirse de risa. La mejor caracterización de esa bufonería la ha hecho Roberto Cajina, un asesor nicaragüense en temas militares, quien dijo que esa propuesta es "como poner a jugar a un equipo del barrio de San Judas, que juega con pelotas de trapo, a competir contra los Yanquis de Nueva York o los Medias Rojas de Boston".