Habiendo presenciado campañas evangelísticas de Yiye en la década de los '60 y habiendo conversado mis padres y yo con él en varias ocasiones (yo era entonces adolescente) puedo dar fe de la sencillez y humildad de ese predicador, el más conocido de Puerto Rico. En abril del 2007 sólo lo pude ver por la tele cuando viajé a la Isla. Ya está viejito pero se conserva muy bien. En lo humano yo lo aprecio mucho, por más que ya yo no esté de acuerdo con todo lo que contiene el evangelio de Jesupablo que él sigue predicando. Yo siempre he sabido separar lo teológico de lo humano frente a los que no piensan como yo. No arremeto contra personas sino contra ideas, lo cual no me impide en ninguna manera compartir sana y cordialmente con mis "adversarios" con todo el respeto que ellos merecen de mi parte y que, por lo general, ellos también me reciprocan.
No obstante, a principio de los '70 Yiye publicó un libro intitulado "El ayuno del Señor", obra que le ocasionó encontronazos doctrinales con otros predicadores, entre los cuales el evangelista Luis M. Ortiz, (fenecido Presidente del Movimiento Misionero Mundial, Inc.) Se le reprochaba a Yiye su misticismo exacerbado expuesto en su libro, el cual preconiza ayunos excesivamente largos (él ayunó 40 días y se puso bien flaquito) y el hecho de que hacía demasiado énfasis en supuestos encuentros "personales" que tuvo con Cristo y en su alegado viaje al Cielo y regreso a la Tierra, narrado en otra obra suya, todo lo cual inquietó a muchos pastores y predicadores ya que Yiye invitaba a los creyentes a ayunar como él y eso podía ser fuente de problemas de salud para creyentes físicamente débiles que querían imitar a Yiye.
Marcadores