Yo creo que hay bastante consenso en el mundo de los protestantes o evangélicos para condenar el tabaco, así como la marihuana, sin hablar de otras drogas.
Y recuerdo que cuando era evangélico, decía y sigo diciendo que no hay que ser protestante para percatarse de la nocividad del tabaco para no consumirlo. Basta con consultar el sinnúmero de estudios médicos y de estadísticas sobre la etiología de diversos tipos de cáncer que así lo han demostrado desde hace varias décadas. El gran aporte del cristopaulinismo consiste en que, como bien lo expresó Josell, se considera al cuerpo como templo, como lugar sagrado en el cual reside el Espíritu de Dios. Y por respeto tanto por el Divino Morador como por Su morada, el cuerpo de cada creyente, es un deber velar por la pulcritud de ese templo.
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