Fíjense bien amigos : según el "Evangelio de la Verdad", la boca del Padre es Cristo. Y es Cristo por cuanto es El quien enuncia la Palabra o Verbo. Y como El dijo ser "la Verdad" en Juan 14:6, entonces es razonable establecer la ecuación Boca, canal bucal = la Verdad = Cristo.
Pero sabemos que una boca sin lengua no puede pronunciar palabras inteligibles ni, mucho menos, oraciones. Y la lengua es el Espíritu Santo el cual, como lo sabemos nosotros los biblistas, estuvo presente durante el ministerio de Jesús en la Tierra.
Entonces, quiérese decir que el Padre es la cabeza, y que Cristo es la Boca y la lengua es el Espíritu Santo. He ahí la Trinidad obrando, como siempre, de manera muy armoniosa.
La unión con el Padre, es decir, la comunión con el Pleroma y nuestro retorno como eones a El requiere que besemos con beso profundo a Cristo y al Espíritu Santo. No en balde la Biblia vincula al Espíritu Santo con las "lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno" de los 120 en el día de Pentecostés, Hechos 2:4 y 5. Porque, precisamente, el Espíritu Santo ES la LENGUA de la BOCA del Padre.
¡ Fenomenal !
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