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Tema: Lo dijo Varsavsky...

  1. #1
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    Predeterminado Lo dijo Varsavsky...

    Mi Judaismo
    Por Martin Varzavsky
    Estaba revisando mi blog y encontré este artículo en borrador escrito hace un año. Se ve que por alguna razón no lo publiqué. Quizás me daba algo de miedo presentar ideas que me pondrán a tiro de judíos y antisemitas al mismo tiempo. Pero lo volví a leer y creo que si quiero ser coherente en este blog tan personal, lo tengo que publicar, así que aquí va.

    Mi judaismo

    Soy judío. Soy judío porque mi madre es judía y mi padre lo era también. Soy judío porque todos mis antecesores lo eran. Soy judío porque otros judíos me reconocen como tal y porque los antisemitas me odian como tal. Pero, más allá de esos hechos, si tengo que definir qué significa ser judío, no lo puedo hacer fácilmente, porque así de judío como soy, no creo en la mayoría de las cosas en las que creen algunos otros judíos, empezando por el Dios de la Biblia.

    Celebro las fiestas judías porque son mi tradición. Cuando se menciona a Dios en ocasiones en las que no se está rezando, los judíos religiosos utilizan otros nombres para no pronunciar su nombre como está escrito en la Torá (Antiguo Testamento), ya que nombrar a Dios por su nombre dicen que es pecado (pido disculpas si ofendo). Personalmente, cuando se habla de Dios miro para otro lado no por temas religiosos, sino porque simplemente me da vergüenza leerle a mis hijos durante Pesaj que las aguas del mar Rojo se abrieron en dos para que pasaran los judíos y luego se ahogaran los egipcios, que nos esclavizaban. Podría llegar a creer en Dios, pero sin duda no en el Dios temperamental de la Biblia.

    No creo en el Dios de los judíos, ni en el de sus sucesores cristianos y musulmanes. Para muchos Dios tiene una ética, un propósito, una personalidad. Además, y curiosamente, tiene unos agentes que hacen su trabajo, agentes como el Mesías, los ángeles, el diablo, y otros personajes que a mi me resultan, casi diría, de ciencia ficción. Claro, aún más de ciencia ficción me resultan los seres humanos que matan sintiéndose ellos mismos agentes de Dios ya sean judíos, musulmanes o cristianos. Mi idea de Dios, si tengo una, es un concepto muy abstracto, que nada tiene que ver con la religión organizada. Lo único a lo que yo puedo llamar yo Dios es a la fuente de verdad ocasional que nos da el universo en expansión de la ciencia. Digamos que mi concepto de Dios es lo que la ciencia va descubriendo y como se que lo que queda es la mayoría del conocimiento, puedo llamar a mi y a nuestra ignorancia colectiva…Dios. Mi concepto de Dios entonces es un Dios sin carácter, sin discurso, sin personalidad, sin Biblia y por el cual no vale la pena rezar, ni ver a un rabino, ni discutir con los demás que piensen diferente y, sin duda, por el que no vale la pena matar a nadie. Un Dios bastante aburrido para la gente realmente religiosa. Pero lo interesante de esto es que aunque esa sea mi idea de Dios, yo soy tan judío para los demás como todos los judíos. Es por eso que me expreso ahora hablando de temas del judaísmo como judío y me he tomado el derecho, aquí en mi blog, de relatar una visión muy personal –y probablemente equivocada– de lo que considero los errores más graves que cometimos históricamente los judíos.

    Al principio de nuestra historia, el judaísmo parecía bien encaminado. El tema de los Diez Mandamientos tiene mucho sentido como regla de convivencia para ser adoptadas por todos los seres humanos. Pero luego vino el primer grave error histórico de los judíos: la invención del concepto del Mesías. Y no solo fue un grave error inventar este concepto de un Dios que viene de visitante a la tierra a salvarnos, sino que peor aún fue no creerle luego a los dos Mesías más exitosos del planeta: Jesús y Mahoma. Ser judío hoy es como ser el viajero de un tren que empezó a moverse hace 5000 años, el tren judío, pero del que la mayoría de los pasajeros se bajaron en dos grandes estaciones: la primera hace 2000 años (llamada cristianismo) y la segunda hace 1300 años (llamada Islam). En términos proporcionales podríamos decir que si el tren llevaba a 300 personas, 180 se bajaron con Jesús, 119 se bajaron con Mahoma (en el mundo hay alrededor de 2 mil millones de cristianos, mil de musulmanes y 13 millones de judíos) y quedó un solo pasajero, el judío, un pasajero medio loco que insiste que en realidad el Mesías aún no llegó. “Yo”, dice Moisés, “de aquí no me bajo hasta que verdaderamente llegue el Mesías”. O, si este Moisés soy yo, dice: “yo de aquí no me bajo porque yo no encontré la estación en la que valga la pena bajarme”. Ese Moisés somos todos los judíos. No somos el pueblo elegido, pero si somos el pueblo diferente, que remamos contra la corriente, que por un lado somos una persona cada 500 en el planeta, pero una cada 5 en los ganadores de premios Nóbel. Mientras tanto, por otro lado somos un verdadero desastre tomando decisiones históricas. Desde esta perspectiva, por supuesto, los otros pasajeros nos odian. Los cristianos porque cuestionamos que Jesús era el Mesías y no nos bajamos en su estación y los musulmanes porque cuestionamos que Mahoma era el Mesías e ignoramos también la suya. Pero nosotros insistimos, e pur si muove decimos. Así tenemos a Israel, el único país judío del mundo, el loco del tren que nadie sabe que hacer con el en las Naciones Unidas. El país a contramano.

    El segundo enorme error de los judíos fue elegir históricamente mal con cual de los dos grupos mesiánicos establecernos cuando se paró el tren. Cuando los cristianos eran la civilización más guerrera y asesina del planeta, matándose constantemente en guerras fraticidas que culminaron en la Primera y en la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los judíos apostamos por los cristianos y nos fue terriblemente mal. Interesantemente, durante el periodo donde los judíos teníamos guetos en países cristianos, los judíos que se quedaron con los musulmanes sobrevivieron ya que estos eran gente especialmente pacífica, civilizada e, inclusive durante la Edad Media, más avanzada científicamente que los cristianos. La minoría judía que apostó por los musulmanes eligió mejor durante mil años…hasta la creación del Estado de Israel.

    Pero una gran parte de los judíos que se fueron a vivir en la cultura cristiana, los judíos Azkenazis, grupo al cual pertenezco, fueron exterminados. Esto ocurrió en parte –y considero que este es el tercer gran error histórico de los judíos–, porque se creyeron integrados a la comunidad europea, confiaron (ya que muchos de ellos habían sido inclusive héroes de la Primera Guerra Mundial) y terminaron yendo como ganado al matadero en el holocausto. Confiaron demasiado en un orden internacional que los traicionó. Irónicamente, esto ha llevado al cuarto error histórico de los judíos, que viene desde hace décadas y sigue ocurriendo en este mismo momento, y que es que la generación que creció preguntándose cómo sus predecesores pudieron ser tan inocentes, desconfían demasiado en el orden internacional, van demasiado por la suya y terminan bombardeando Líbano y agravando el conflicto que están tratando de combatir, ya que ahora Hizbolá tendrá más adeptos al dejar el país empobrecido, furioso y sin oportunidades.

    El quinto gran e inevitable error de los judíos — aunque es entendible que luego de la Segunda Guerra Mundial quisieran cambiar de barrio– fue volver a su casa de origen y apostar por los musulmanes. Si, se que escribiendo esto me pongo en contra a la gran mayoría de mis hermanos judíos, pero igual lo voy a decir. Aunque apoyo totalmente el derecho de Israel a existir y sobrevivir con las fronteras del acuerdo de Oslo, me parece que a solo 50 años de su creación se puede decir que su fundación y la promoción del retorno de los judíos a nuestro país de origen fue un error histórico. Sí, Israel está donde está y entiendo los lazos históricos que nos unen a su tierra tan simbólica para los judíos, pero seamos prácticos: la verdad es que Israel ha pasado de ser el hogar seguro para los judíos de la diáspora al hogar en serio peligro de los judíos que volvieron a la tierra prometida. Si entiendo que los fundadores del Estado de Israel creían que nos íbamos a poder llevar muy bien con los musulmanes, ya que históricamente los asesinos de judíos se encontraban en el mundo cristiano, pero lo que no entendimos es que luego de la Segunda Guerra Mundial –donde murieron 60 millones de personas y la mayoría de los judíos europeos– los ciudadanos europeos aprendieron finalmente a vivir principalmente en paz y en democracia y, curiosamente, la mayoría de los conflictos a partir de entonces ocurrieron en el mundo musulmán. Además aunque a los israelíes le encanta mostrarnos su hermoso y fascinante país (que realmente merece la pena visitar) los judíos de la diáspora en conjunto tenemos hoy en día más éxito económico, científico, más producción artística, literaria y bajo cualquier medida que se quiera tomar somos más relevantes en el mundo que los judíos que viven en Israel.

  2. #2
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    Predeterminado Re: Lo dijo Varsavsky...

    Se que sería tentador para muchos antisemitas atribuirnos las guerras mundiales y los conflictos de Medio Oriente, pero a cualquiera que estudia seriamente el tema verá que ni las guerras mundiales ni el conflicto de Oriente Medio empieza y termina con los judíos. Muchos no judíos creen que las guerras en Medio Oriente se deben a nuestra presencia en la región pero, como sabemos, el tema del petróleo es aquí más importante que el de los derechos de los palestinos, y con esto se mezclan muchos otros temas más. La guerra más letal que hubo en la región, la de Irak e Irán y en la cual murieron 80 veces más individuos que en conflicto palestino-israelí, nada tuvo que ver con Israel. Las guerras civiles en Argelia, la guerra musulmán hindú del Cachemira, el terrible conflicto entre cristianos y musulmanes en Darfour y la invasión de Kuwait son ejemplos de horrores que ocurrirían en el mundo musulmán con o sin Israel. El conflicto que si tiene que ver con Israel es el conflicto palestino-israelí. Pero, aunque estoy convencido que en pocos años se resolverá, creo que Israel seguirá en peligro con o sin la existencia de un Estado Palestino y esto será simplemente por estar situado en la región más peligrosa del planeta. Para mi la prueba más concreta de esto es la actual guerra entre Hizbolá e Israel. Esta guerra no tiene razón de ser, no hay reclamos territoriales. Los chiitas de Hizbolá no quieren ir a vivir a Israel y los palestinos de Líbano no son parte de Hizbolá ni pelean en esta guerra. Hizbolá es un vehículo de Irán y de Siria para atacar a Israel por motivos que poco tienen que ver con Israel.

    El mayor peligro de una guerra es cuando ésta hace popular al político que la pelea en su país. Israel está en un barrio donde atacar a Israel va a hacer populares a muchos políticos por generaciones y generaciones. Los musulmanes se pelean en guerras fraticidas, pero el odio a Israel es compartido por todos. Por eso es un error histórico de los judíos estar en esa región. Israel ahora es como si en el 1700 se le hubiera ocurrido a unos sionistas crear un Estado Judío entre Alemania y Francia. No importa lo que hubieran hecho los judíos de ese estado, ya que esa frontera fue durante 300 años un lugar de guerras terribles y frecuentes con o sin judíos. Lo mismo le pasa a Israel ahora estando donde está. Haga lo que haga será un pequeño país de 6 millones de personas en una región de 500 millones que está en ebullición política. Así como las culturas cristianas necesitaron miles de años para llegar a la creación de la Unión Europea, la cultura musulmana puede tardar otros cientos de años por lo menos en lograr la paz y el entendimiento. Las matanzas de estos últimos meses entre chiitas y sunitas en Irak –donde están muriendo muchas más personas que en los conflictos entre Hamas e Israel– son un buen ejemplo de esta triste situación. Israel está en medio del barrio más conflictivo del planeta y para colmo se ha convertido últimamente en un actor que echa más leña al fuego. Israel pasó de ser una idea romántica a un actor más de destrucción, nos guste o no a los judíos. Los colonos israelíes son especialmente provocadores y molestos (aunque no asesinos) y la reacción de Israel de bombardear todo el Líbano para atacar a Hizbolá es inmoral y contraproducente. Pero, y pese a esto, creo que Israel no es el principio ni el final de los problemas de Medio Oriente, que seguirán con o sin Israel. Además, aunque soy pacifista, luego de reunirme con militantes de Hamas y Hizbolá en Palestina y Líbano estoy convencido de lo siguiente: si los musulmanes de los países vecinos dejaran las armas habría paz en Medio Oriente, pero si los judíos dejaran las armas no habría judíos. Hamas y Hizbolá simplemente quieren exterminar a los judíos y punto. Nasrallah, el líder de Hizbolá, declaró que lo bueno del Estado de Israel es que el encierro de los judíos ya está hecho y que será más fácil matarnos. Lo más triste de esto es que tiene razón y ese es el peligro más grande de Israel, la bomba atómica que Irán le puede dar a Hizbolá para realmente destruir a Israel. Ahmadinejad y Nasrallah declaran públicamente que quieren destruir a Israel y pronto tendrán el poder para hacerlo. Israel no podrá –por más armas atómicas que tenga—contraatacar. Primero porque recibirá el primer golpe en lo que es un micro país y, segundo, que si ocurre un ataque de estas características, el mismo será confuso, como el de las torres gemelas, sin un arma humeante, sin una declaración de guerra.

    Personalmente, si yo tuviera algo que ver con el destino de Israel, prepararía un enorme plan B (y lo tendría en secreto) que sería la retirada de 5 millones de judíos de este país hacia países de la diáspora. Cinco millones de personas son especialmente fáciles de mover. En agosto llegan y se van más de 5 millones de alemanes a España o Italia, por ejemplo. Solo Francia recibe 80 millones de visitantes al año. Se que seré criticado ferozmente por muchos judíos por decir esto, pero siento que lo tengo que decir: el único lugar donde puede ocurrir otro holocausto sería Israel, donde países tan poderosos como Irán están anunciando como política pública su objetivo de destrucción. Si es así, y de todo corazón espero que no lo sea, este sería el último gran error histórico de los judíos. Un solo misil nuclear en Tel Aviv y el tren quedará vacío.

    AGREGADO luego de leer los comentarios:

    Creo que mi concepto de un Plan B secreto no fué entendido por la mayoría de mis lectores. Un plan secreto es un plan que uno tiene, espera no usar pero está ahí en versión simulacro. Obviamente yo prefiero que a Israel le vaya muy pero muy bien donde está. Que los israelíes tengan su país, que los palestinos el suyo, los libaneses el suyo, los sirios el suyo, y que todos vivan en paz. Pero cualquier persona que estudia la región ve que Israel está en un “barrio” increiblemente peligroso. Sin ir más lejos en el mismo Líbano ha muerto más del 8% de la población en los últimos años en guerras civiles en las que ocasionalmente intervino Israel pero la gran cantidad de matanzas fueron entre cristianos y musulmanes. En otros paises de la región como en Irak hay ahora una enorme guerra civil, sorprendentemente los iraquíes no se unieron contra el invasor, Estados Unidos sino que se masacran de maneras incomprensibles destruyendose sus mesquitas, etc, etc. Iran e Irak fué otra horrorosa guerra en la que murieron más de un millón de personas lo que representaría un sexto de la población de Israel. Y a esto podemos agregar las masacres de Saddam Hussein sobre su propio pueblo, la masacre de palestinos por parte de los jordanos (septiembre negro) y por supuesto la muerte de soldados y civiles en el mismo israel en guerras contra muchos de sus paises vecinos y en atentados terroristas. Además están las otras víctimas, las causadas por el ejército de Israel en estas guerras. En un entorno así, ¿no tiene sentido tener escondido por ahí un plan de evacuación? Y a todos los que me dicen que los judíos de la diáspora estamos protegidos por el estado de Israel creo que ya es hora que se den cuenta que los judíos de la diáspora tenemos poco que temer pero el país que está en conflicto y guerra permanente es justamente ese Israel que es ayudado muchísimo económica y militarmente por los judíos de otros paises especialmente Estados Unidos.

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