Rom 9:3-5
Porque deseara yo mismo ser anatema [Jerem; maldito, separado para ser destruido], separado del Mesías, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la Torah, el culto y las promesas, y los patriarcas, y
por medio de quienes vino, según la carne, el Mesías; que está sobre todo. Sea Elohim bendito por los siglos. Amén.
[muchas versiones mal traducen éste verso por no tener en cuenta éstas 4 reglas: 1-Jamás Pablo llama Elohim a Yeshúa. 2-Pablo siempre hace una clara distinción entre Elohim y el Mesías (Gal 1:4,5; Ef 1:3). 3-Esa forma de exaltar a Dios después de una descripción forma parte de una tradición judía, que Pablo, como judío también utilizaba (Ro 1:25). 4-El Código Ephraemi (griego puntualizado), muestra un silencio entre las dos sentencias, lo cual muestra inequívocamente que se trata de dos frases distintas, tal como aquí se muestran. Pablo no llamó Dios al Mesías.]
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