El infierno no existe, lease:
En todos los lugares donde se menciona al Seol en la Biblia, jamás está asociado con vida, actividad ni tormento o tortura. Más bien, suele estar relacionado con muerte e inactividad. Por ejemplo, piense en Eclesiastés 9:10, que dice: “Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismísimo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol [sepulcro, Versión Valera (1934); “hell” o infierno, Versión Douay], el lugar adonde estás yendo.” De modo que la respuesta queda muy clara. Seol y Hades no se refieren a un lugar de tormento, sino al sepulcro o sepultura común de la humanidad. (Salmo 139:
ENSEÑANZAS INSPIRADAS POR EL DIABLO
21 Fue el Diablo quien dijo a Eva: “Positivamente no morirán.” (Génesis 3:4; Revelación 12:9) Pero ella sí murió; ninguna parte de ella siguió viviendo. El que el alma siga viviendo después de la muerte es una mentira cuyo originador fue el Diablo. Y también es una mentira, que el Diablo ha hecho que se esparza, la enseñanza de que las almas de los inicuos sean atormentadas en un infierno o un purgatorio. Puesto que la Biblia muestra con claridad que los muertos están inconscientes, estas enseñanzas no pudieran ser verídicas. En realidad, ni la palabra “purgatorio” ni la idea de un purgatorio se encuentran en la Biblia.
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