Gracias, Eudes, por todos esos enlaces, los cuales he leído detenidamente. Se trata, más bien, de influencias postbíblicas, de religiones orientales y de ideas cabalísticas, muy posteriores al Tanaj. Las escasas referencias al Tanaj citadas por algunos (ej. ley del levirato) no me convencen de que los hebreos de la época de Esdras y hasta que se terminó la redacción y compilación del Tanaj creyeran en una reencarnación stricto sensu. Lo que sí es más acorde con el Tanaj es la prolongación del patrimonio genético de un individuo o pueblo a través de su descendencia, así como la esperanza de una futura resurrección. Pero lo de reencarnarse mujer en mujer, hombre en hombre, (aunque no siempre), según algunos cabalistas, no tiene ninguna base en el Tanaj.
Para concluir, lo que ningún hebreo ha creído es que su alma o espíritu hayan preexistido en vidas anteriores a la que viven o han vivido en la Tierra.
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