Quiero dejar constancia aquí de que yo no idolatro a nuestro nuevo Presidente. Pero no se puede negar que él, en los 6 meses que lleva a la cabeza del país, ya ha operado una verdadera ruptura con respecto a la manera de presidir de la mayoría de sus predecesores. Cuestión de edad (sólo 52 años) comparado con todos los Presidentes de la Quinta República, más viejos, exceptuando a GISCARD D'ESTAING, quien fue Presidente a los 48 años de edad.
En cuanto a la mediatización, es inevitable y necesaria en nuestras democracias, ya que la prensa hace su necesario trabajo de información tanto de lo bueno como de lo malo, así como su deber de fiscalización. La mediatización del reciente divorcio de los esposos SARKOZY, por ejemplo, ha sido criticada por muchos, pero, después de todo, ha demostrado que el Presidente es un ciudadano que también tiene sus dificultades sentimentales, como cualquier otro ciudadano. Y, en definitiva, eso ha servido para mostrar hasta qué punto él se identifica con el común de los ciudadanos.
Marcadores