“La participación regular en actividades religiosas va de la mano con una mejor salud y una vida más larga, según un análisis estadístico de 42 estudios independientes sobre la materia en cuestión publicados desde 1977. Los investigadores dicen que quienes practican su religión, sobre todo de manera pública, viven más tiempo.” Y se han aducido varias razones: rechazo de conductas peligrosas, estabilidad matrimonial, menos depresión relacionada con asuntos que uno no puede controlar, más relaciones sociales, y emociones y actitudes positivas. Un informe llega a esta conclusión: “Se ha visto que la asistencia frecuente a los servicios religiosos [...] guarda relación con una mayor longevidad, particularmente entre las mujeres. Los asistentes asiduos [...] dijeron tener mayor apoyo social, menos depresión y una vida más sana”.
Fuente: Agencias
Marcadores