Bueno tambien les niega la inmoralidad, porque al no conocer la distinción entre el bien y el mal los supuestos Adán y Eva eran amorales a la par que mortales relativos, dado esto no podían actuar ni bien ni mal, eran unos robots que hacían lo que se les decía y, como en el ejército, la última es la orden que se cumple, ahi andaba la astuta serpiente esperando para dar su opinión sobre el asunto, que para colmo de males, es exacta y veraz, no asi la del supuesto creador que es falaz y amenazadora, a sabiendas que la suya es una "recomendación" imposible cumplir desde el vamos, porque él ha dispuesto todo para que sea violada, presencia de la serpiente parlanchina incluida.
Asi y todo se tiene la cara dura de presentarnos el argumento del libre albedrío, para tratar de salvar lo que quede en pie.
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