El gris modelismo de las blancas paredes
me habla de rutinas cuadradas
con ángulos inconvexos
convergentes y argentados de pura piedad.
Las rutinas me recuerdan las inrutinidades
que llevan tu nombre, tu nombre
que es felicidad a la décima
potencia tendente a aumentar en x momento.
La transparente dulzura de tu voz añorada
me habla de cosas que nunca
escuché, prometo retirar
derretido el hielo de mi corazón invernado.
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