Insistentemente mis manos recorren
Geografías difusas y lejanas
Cuerpos tan distantes de mi alma
En la afanosa búsqueda de tu escencia
Que se perdió entre las tinieblas
Y con el miedo en la boca promulgo
La dejación de mis propias palabras
Estás y no estás en mi memoria
Aunque mi cuerpo te reclame a gritos
Y mis ojos proyecten tus sombras nocturnas
Estás y no estás entre mis dedos pacientes
Entre mi mañana y mi noche
Cuando el rayo de luz me obliga
A proseguir esta incensata vida
Estás y no estás entre mi pecho
Que palpita al vaivén de tus masajes
Existencia cardíaca que me mantiene
Con los piés en esta tierra turbia
En la insistencia de mis lágrimas
En lo borroso de mi voz enlagunada
Estás y no estás...
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