Iniciado por
Oscar Javier
Ahora bien, refiriendome al tema que nos ocupa y a la pregunta que he planteado antes, es cierto que en la ley antigua decía: “Ningún hombre a quien se haya castrado aplastándole los testículos, o que tenga cortado su miembro viril, podrá entrar en la congregación de Jehová”. (Dt 23:1.) Dicha ‘castración’ no*se debía a un defecto congénito o a un accidente. Es obvio que era una castración deliberada efectuada con fines inmorales, como la homosexualidad. A esa persona se le impedía entrar en la congregación o asociarse con ella, a fin de proteger la pureza de la misma.
Marcadores