Amarra bien fuerte tu risa a mis costados.
Tengo intención de hacer un viaje largo, escapando del sonido de la gente, que bulle como enjambre en mis oídos.
Ya nada puede tumbarme, amor.
Me vuelvo invencible con la sutil amenaza de tus labios en los míos, con la sombra de tu cuerpo sobre mis huellas, con el rumor de tus alas hipnotizando mis latidos.
Tu aliento me sostiene, y ya nada puede tumbarme, amor...NADA.
Besos;
Idem
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