MATERIALISMO DIALECTICO

El marxismo considera a la ética, a la religión, a las leyes, a la cultura en general, como una “superestructura” que deriva de las condiciones materiales de producción, pero que carecen de validez en sí mismas. Al cambiar las relaciones de producción, cambiará el significado de la ética, podrá desaparecer la religión, cambiarán las leyes y la cultura, etc. Tenemos así el siguiente esquema (Del “Atlas Universal de Filosofía” – Ed. Océano )



Superestructura: Arte Religión Ética Poesía Filosofía

Ley Política

Estructura: Recursos naturales - Medios de producción y de distribución

Quien se dedica a estudios sobre ética o sobre religión, podrá ser tachado por el marxista como un “colaboracionista” de la clase dominante, ya que esta clase utilizaría tales medios para ejercer mejor su poder. Es una atribución gratuita, excluyente y difamatoria por lo que, lo más natural, es que el ético o el religioso supongan que en realidad es el marxista el que está del todo errado. Desde el marxismo no se admite otra razón, para cualquier actividad humana, que la de una finalidad económica encubierta, algo completamente fuera de la realidad, al menos en un gran porcentaje de los casos.

La lógica dialéctica es el fundamento lógico de tales supuestos del marxismo. José Ferrater Mora escribe al respecto: “La noción de dialéctica, el método dialéctico y, a veces, la titulada «lógica dialéctica» son centrales en el marxismo”. “El uso de la dialéctica permite, en efecto, al entender de estos autores (Engels, Lenin, Stalin), comprender el fenómeno de los cambios históricos (materialismo histórico) y de los cambios naturales (materialismo dialéctico). Todos estos cambios se hallan regidos por las «tres grandes leyes dialécticas»: la ley de la negación de la negación, la ley del paso de la cantidad a la cualidad, y la ley de la coincidencia de los opuestos. Tales leyes permiten, al entender de los marxistas, afirmar ‘S es P’ y negar a la vez ‘S es P’, pues señalan que si ‘S es P’, puede ser verdadero en el tiempo t, pero puede no ser verdadero en el tiempo t1. Varios autores han argüido al respecto que esto representa únicamente la afirmación conjunta de contrarios, pero no de contradictorios. Los marxistas «oficiales», sin embargo, han insistido en que las leyes de la dialéctica citadas representan una verdadera modificación de las leyes lógicas formales y que, por lo tanto, los principios de identidad, de contradicción y de tercio excluso no rigen en la lógica dialéctica. Por ese motivo la lógica formal (no dialéctica) ha sido o enteramente rechazada o considerada como una lógica de nivel inferior, apta solamente para describir la realidad en su fase estable” (Del “Diccionario de Filosofía” – Editorial Ariel SA).

Así como la ciencia económica le da poco, o ningún valor, a los aportes de Marx, la lógica formal tampoco considera la validez de la “lógica dialéctica”. Cuando la sociología supere la etapa filosófica en la que actualmente se encuentra, al menos parcialmente, es posible que los aportes de Marx sean considerados como de limitada validez o bien como carentes de realidad.

Lo criticable respecto de los conocimientos que transitan por una etapa filosófica radica en que se desconocen los fundamentos básicos de la ciencia experimental. Ello no significa que la filosofía carezca de interés para la ciencia, o para el pensamiento científico, ya que es distinto que la filosofía complemente y se fundamente en la ciencia, a que la ciencia se fundamente en la filosofía.

La sociología debe aceptar, en principio, lo que acepte la ciencia económica, la lógica, la biología, la psicología, la neurociencia, etc., de manera de fundamentarse en las distintas ramas de la ciencia o, al menos, en ser compatible con ellas.