Satanás no es un ser maligno, es el ángel preferido de Dios.
El no es ni bueno ni malo, no es un ángel caído.
Satanás es el ángel encargado de la tentación.
Satanás es el encargado de llevarte a la muerte y conducirte hacia Dios.
En el judaísmo no hay infierno ni cielo.
La Biblia (AT) no dice en ningún momento que Satán esté en el infierno ni sea el director de éste.
Ante esto, puedo decir: ¡VIVA SATÁN!
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