LA LUCHA IDEOLOGICA
En lejanas etapas de la humanidad, cada individuo producía todos sus bienes en forma artesanal. Luego se vieron las ventajas de realizar un trabajo especializado, conocido como “división del trabajo”, con el posterior intercambio de bienes con otros productores. Este es el comienzo del mercado y de la economía de mercado.
Adam Smith descubre que el sistema del mercado constituye un sistema autorregulado, que puede funcionar adecuadamente a través del mecanismo de los precios y de la producción que son regulados por la oferta y la demanda. Esto constituye, por lo tanto, una economía natural que requiere, por parte del hombre, una descripción adecuada para su mejora o para su optimización. Es posible afirmar que, para que este sistema sea efectivo, deben considerarse los siguientes aspectos:
Economía natural = Trabajo + Ahorro Productivo + Ética
Si se trabaja poco, o si no hay inversiones o si existe un nivel ético muy pobre, el sistema no ofrecerá los resultados esperados.
En el siglo XIX, aparece una crítica severa hacia este sistema autorregulado y es el establecido por Karl Marx. En lugar de aceptar la eficacia del mercado y atribuir las fallas existentes al reducido nivel ético de la sociedad, Marx supone que en realidad es el propio sistema el que falla y propone cambiarlo por otro mejor (economía planificada) lo que daría lugar a importantes cambios en toda la sociedad.
La sociedad propuesta por Marx, como toda sociedad, ha de establecer la existencia de un vínculo de unión entre los hombres. Mientras que el cristianismo promovía al amor como dicho vínculo, para Marx lo ha de constituir el trabajo. De ahí que el símbolo de la cruz habría de ser reemplazado por la hoz y el martillo. Podemos ordenar las ideas básicas de Marx numerándolas:
1) El vínculo de unión entre los hombres ha de ser el trabajo
Henri Lefebvre escribió: “Las relaciones fundamentales de toda sociedad humana son por lo tanto las relaciones de producción. Para llegar a la estructura esencial de una sociedad, el análisis debe descartar las apariencias ideológicas, los revestimientos abigarrados, las fórmulas oficiales, todo lo que se agita en la superficie de esa sociedad, todo el decorado: debe penetrar bajo esa superficie y llegar a que las relaciones de producción sean las relaciones fundamentales del hombre con la naturaleza y de los hombres entre sí en el trabajo” (De “El marxismo” – EUDEBA)
La crítica de Marx a la economía de mercado, o de capitalismo privado, la realiza especialmente basado en el concepto de plusvalía:
2) La explotación del trabajador se realiza a través de la plusvalía
Vladimir Lenin escribió: “El trabajador gasta una parte del día en cubrir el coste de su manutención y el de la de su familia (salario), mientras que la otra parte del día laboral trabaja sin remuneración, creando para el capitalista plusvalía, que es la fuente del beneficio, la fuente de la riqueza de la clase capitalista” (Citado en “Curso de Economía Moderna” de P. Samuelson – Ed. Aguilar)
Podemos decir que, si un empresario ha de repartir equitativamente las ganancias de la empresa con sus empleados, éstos en realidad no serán empleados sino socios. Esto constituye un extremo indeseable como también lo es el hecho de lograr muchas ganancias y pagar reducidos sueldos pudiendo mejorarlos. Para Marx, todos los empresarios estarían actuando en este último extremo indeseable, algo totalmente carente de realidad, por cuanto no todos actúan de esa forma. De ahí su afirmación acerca de la culpabilidad de la burguesía y de sus sugerencias para su derrocamiento:
3) Existe en la sociedad una lucha de clases, entre burguesía (empresarios) y proletarios (trabajadores)
4) Los objetivos de los trabajadores “sólo pueden ser alcanzados derrocando por la violencia todo el orden social existente”.
Anthony Kenny escribió: “La teoría de la plusvalía adolece de un grave fallo. Marx no ofrece ninguna razón convincente de por qué el capitalista, por grandes que sean sus beneficios, no pagará más que un salario de subsistencia. Pero esta tesis es un elemento esencial en su predicción en que el capitalismo conducirá inevitablemente a la revolución y que lo hará antes en aquellos Estados en que la tecnología, y por lo tanto la explotación, progrese más aprisa. En realidad, los empresarios de los países industrialmente avanzados empezaron pronto, y así han continuado haciendo desde entonces, a pagar salarios bien por encima del nivel de subsistencia” (De “Breve Historia de la Filosofía Occidental” – Ed. Paidos SA).
Ante el pretexto de que “todo empresario es explotador y le roba al trabajador parte de su salario”, justifica la expropiación (robo) de los medios de producción. En ello consiste la revolución, que es, precisamente, “el derrumbamiento violento del orden existente”. De ahí que sólo existirán medios de producción socializados:
5) Abolición de la propiedad privada, especialmente de los medios de producción.
Una vez que los medios de producción son expropiados, concentrándose y unificándose todo el poder económico y político en el Estado, Marx propone una definición del valor económico de una mercancía:
6) “El tiempo de trabajo que determina el valor de un producto es el tiempo socialmente necesario para producirlo” (De “El Capital” – Ed. Claridad)
Dentro de una economía de mercado, en la cual existe un precio de mercado, regulado por la oferta y la demanda, la definición de Marx resulta absurda. Ello significa que, en realidad, es una definición que favorecerá la planificación económica en el socialismo, la sociedad diseñada por Marx. Mientras que la ciencia económica describe la economía natural, o de mercado, Marx se encarga de establecer las reglas de una “economía artificial”, lo que está en desacuerdo con los lineamientos básicos de la ciencia experimental.
Ahora imaginemos al antiguo propietario despojado de su empresa, que le ha sido robada por el Estado. Podrá seguir dirigiéndola, quizás, pero ahora sus empleados serán efectivamente sus socios. Al seguir en el puesto de directivo, podrá reclamar por realizar un trabajo que requiere mayor capacidad y responsabilidad que el del resto, y aún así ganar como cualquier otro empleado, lo que significaría una especie de “plusvalía” desde el Estado hacia su trabajo. Pero para ello Marx estableció otra regla básica para su sociedad:
7) “De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad” (De “El Manifiesto Comunista”)
Ante esta situación conflictiva con los propietarios despojados, Marx supone que es el marco social el que crea la conducta individual, y no a la inversa, por lo que tales propietarios se adaptarán, tarde o temprano, hasta llegar a consolidar la “sociedad ideal”. Los intereses individuales serán idénticos a los de la sociedad y el propio Estado desaparecerá. Por ello estableció que:
La existencia colectiva determina la conciencia individual
Ludwig von Mises escribió: “Conforme a la concepción marxista, la existencia colectiva determina la conciencia. Las ideas que expresa un autor las ocasiona el hecho de que pertenezca a tal o cual clase social y no está en su poder salirse de su clase y liberar su pensamiento de la tendencia que le prescribe su interés de clase. Se refuta así la posibilidad de una ciencia general, válida para todos los hombres sin distinción de clase” (De “El Socialismo” – Ed. Hermes SA
(Sigue)
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