Escrito por Jorhta:
Partiendo de la experiencia, que el ser humano puede sentir cierto grado de amor y gratitud por el bienhechor que manifiesta algún interés por sus necesidades y se esfuerza en proveerlas; pero sentirá un grado mucho mayor de amor y gratitud, por el bienhechor que manifiesta interés en sus necesidades, y hace sacrificios para auxiliarle.
Por ejemplo, si alguien, por un acto de autoridad, pudiese hacer que un inocente sufriese , para que fuese amado aquél que imponía el sufrimiento, pero no lo sufría, esto lo haría indigno de amor. Si Jehovà hubiese hecho que Jesucristo, siendo criatura suya, sufriese en obediencia a los mandamientos que él imponía, para que él fuese amado por los sufrimientos de Cristo, en lugar de producir amor a Dios; produciría compasión por Cristo, y aversión a Dios.
Se sigue, por tanto, incontestablemente, que, si Cristo fue una criatura por alta que fuese y no Dios; y si Dios aprobó su obra de salvar a los pecadores, aprobó un acto de traición contra su propio gobierno; porque en este caso, la obra de Cristo contribuyó a atraer, y necesariamente atrajo, los efectos del alma humana hacía Cristo como su espiritual Salvador, y las desvió de Dios, su verdadero objeto.
Con razón el apóstol Pablo decia :Estoy crucificado con Cristo; mas vivo, no ya yo, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fé del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí(Gálatas 2:20)
Y aun más, que ciertamente todas las cosas tengo por pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús Señor mío; por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol por ganar a Cristo.(Filipenses 3:
Esta es unas entre las razones, estimado Jorhta, que el Mesías debía ser Divino para ganar los afectos del corazón humano y ser dirigidos a la Deidad y no se desviaran hacia un ser creado por excelsa que hubiese sido.
Marcadores